La televisión norteamericana estrena un «reality show» sobre la secta amish
TELEVISIÓN

El programa sigue a cinco adolescentes en su descubrimiento de la gran ciudad La comunidad protagonista está dividida en sus opiniones sobre el insólito programa
29 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La televisión norteamericana está tan sedienta de reality shows que ha sido capaz de conseguir que una secta religiosa tan cerrada como los amish les abra sus puertas para construir la serie Los amish en la ciudad . Rumsprunga es la palabra que en la cultura de un grupo religioso que vive anclado en el siglo XVII se utiliza para definir algo que se considera muy parecido al descenso a los infiernos. En teoría, a los 16 años todos los miembros de la secta tienen derecho a abandonarla para probar cosas diabólicamente mundanas como montar en coche, ver la televisión, llevar minifalda, beber alcohol o besar a un chico. Si les gusta, nunca vuelven a su lugar de origen y son literalmente desterrados de sus pueblos y familias. Si tras probar el jugoso mundo del pecado deciden que vivir en el pasado remoto es lo que les va, regresan al redil. Por eso el estreno el miércoles de la nueva serie Los amish en la ciudad despertó la curiosidad de millones de norteamericanos para los que ver a los cinco adolescentes protagonistas llegar a un centro comercial ( mall ) en burro y alucinar con su primer paseo por una tienda con ropa de marca debe tener mucho morbo, teniendo en cuenta que los llamados malls son como la segunda casa de cualquier niño estadounidense. La serie ha despertado la ira de historiadores y de miembros de la comunidad amish. «¿Se imaginan una serie titulada Judíos hasídicos en Nueva York o Católicos en la ciudad ?», afirmaba ayer un editor de guías sobre amish. Sin embargo, para sus defensores la serie es importante porque ayuda a entender a esa comunidad. La inspiración para este reality show nació con un documental aclamado en el festival de Sundance hace dos años, Devil's playground , en el que se seguía a varios jóvenes durante su rumspranga. De ahí que los productores de la serie decidieran contratar a los responsables de aquel documental, Steven Canton y Daniel Laikind, para el programa.