SEGÚN la parrilla de hoy, finalizan en La Primera las repeticiones que durante el verano se emitieron de La cocina de Karlos Arguiñano , el espacio del mediodía que tan buenos resultados dio a TVE (una media del 30%, que está muy bien). Pero no será así porque a partir del lunes 6, la intención de la cadena pública es mantener el espacio hasta tener una alternativa a la marcha del cocinero a Tele 5, también metido en el fregado de los fichajes para la nueva temporada, que provocará no pocos ataques de esquizofrenia a espectadores desinformados (la Campos, de Tele 5 a Antena 3; Ana Rosa, de Antena 3 a Tele 5...). Imaginemos el próximo lunes 6. A partir de las 11 de la mañana, Tele 5 dará en Día a día una renovada entrega de La cocina de Karlos Arguiñano, y La Primera hará lo propio con las viejas entregas de los dos últimos años, sobre los que TVE conserva derechos. De alucine. Estas broncas lindan con el mal gusto. Arguiñano es libre de plegarse a la que (se supone) habrá sido una tentadora oferta de la cadena privada (aunque el cocinero haya sembrado la duda sobre sus métodos, después de «torear» a TVE con maneras dudosas, allá por la primavera), y a su antigua casa le asiste la razón al pretender rentabilizar sus activos. Pero ¿y el espectador? Quizá mereciera alguna consideración.