Ernesto, el personaje de Tristán Ulloa en su último trabajo, es un tipo treintañero hipocondríaco al que le diagnostican, por error, un cáncer incurable. Ése es el punto de partida de El Juego de la Verdad , una comedia dirigida por Álvaro Fernández Armero, en la que el actor aparece como un tipo dejado y pesimista que, al saber de su pronta muerte, quiere acostarse con la novia de su mejor amigo. -Creo que la gente tiene ganas de comedias y de pasárselo bien. Ésta es una película para pasar un rato agradable. -Se ha rodado durante dos meses, en Argentina, ¿cómo ha sido la relación con los otros protagonistas? -Nos llevamos muy bien. La verdad es que es duro llegar de trabajar y tener que meterte en el hotel. Lo que hacemos es juntarnos en habitaciones para charlar y entretenernos. -¿Qué recuerda de su rodaje de «El lápiz del carpintero», de Manuel Rivas? -Es una película a la que le tengo mucho cariño. Recuerdo que cuando la rodábamos vino el hermano de Paco Comesaña, el personaje en el que está inspirado Daniel Da Barca, y se emocionó muchísimo. Además, el día del estreno vino toda su familia. Es muy emocionante saber que has encarnado a una persona que ha significado tanto y estar ahí con sus hijos y sus nietos. ¿Qué personajes te han marcado más? -Me lo pasé muy bien en teatro haciendo Roberto Zucco o rodando Volverás . En ambas obras los personajes que he interpretado están un poco más al límite. Te lo pasas bien porque son papeles en los que tienes más cancha de poner cosas tuyas. Curiosamente, son personajes que tienen mucho de mí, a pesar que de mí se tiene la imagen del chico de Mensaka o de Lucía y el Sexo . -¿Qué proyectos tienea? -Este año no he parado de trabajar. Tengo por estrenar todavía Diario de un skin , que la rodamos en A Coruña. También trabajé en Praga en el rodaje de Los tres mosquetero s y queda por salir en la cartelera una película que hice en Venezuela. -Nacido en Orleáns, ¿cuál es su relación con Francia? -Nací allí porque vengo de una familia de gallegos que fueron exiliados por ser republicanos. Cuando murió Franco fuimos volviendo. Sigo teniendo algún familiar en Francia, aunque hace tiempo que no los visito. -Sus raíces son gallegas, ¿qué es para usted Galicia? -Yo soy gallego, aunque nací en Orleáns, mi familia es de Lugo, de una aldea de al lado de Monterroso. He vivido siete años en Vigo y Galicia está muy presente en mi vida, en mi familia y en mis amigos.