Demme fabula sobre la política de su país en «El mensajero del miedo»
TELEVISIÓN
El director de «Philadelphia» cree que el cine está influyendo sobre la situación en EE. UU. El cineasta presentó un «thriller» con Denzel Washington y Meryl Streep como protagonistas
25 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.A Jonathan Demme le inquieta la situación creada por el tándem Bush-Cheney en su país, sobre todo a partir del 11-S en su empeño por activar la guerra en Irak y «por intentar silenciar a la prensa, que se centró más en el entretenimiento que en la reflexión». Atribuyó al cine, sobre todo a partir del documental de Michael Moore, Fahrenheit 9/11 , un cierto cambio de tendencia que se vislumbra en las últimas semanas. Presente en la Seminci de Valladolid para acompañar a su película, Demme, autor de El silencio de los corderos o Philadephia , se alinea con quienes desean normalizar la situación en su país y corregir la evidencia de que «antes era el comunismo el enemigo a batir, pero ahora son las multinacionales del armamento, quienes activan los conflictos bélicos». La corporación Manchuriam de su película puede relacionarse indirectamente con Hallyburton, la mayor empresa relacionada con Cheney y que actualmente está actuando en Irak; y en cuanto al marco de las elecciones generales en las que se desenvuelve la trama, Demme matiza que en absoluto pueden establecerse paralelismos con la actual situación de Estados Unidos, hasta el punto de poner particular énfasis en que el guión no cargara mucho las tintas en demócratas y republicanos para no ser acusados de partidistas, «Paramount quería hacer su película, y yo como director tenia mis propios intereses». Protagonizada por Denzel Washington y Meryl Streep a la cabeza del cartel, y planteada como thriller , con los artificios necesarios al género, El mensajero del miedo llegará a las pantallas españolas el 12 de noviembre. Soledad coreana reflexiona sobre la soledad a través de dos personajes solitarios, un sin techo y una mujer maltratada por su marido, que se descubren complementarios. También es un original acercamiento al complejo tema de la realidad frente a la ilusión. Dirige con gran soltura formal y dosificando con maestría el ritmo y la tensión, el coreano Kim Ki-duk. El protagonista entra en hogares cuyos inquilinos están ausentes, pero no para robar, simplemente para comer y dormir, aunque a cambio limpia, hace la colada y arregla cualquier aparato que no funcione. El título procede del palo homónimo menos usado en el golf, y que en la película se utiliza como sinónimo de violencia.