La película de aventuras y efectos digitales sorprende pero no entusiasma La japonesa «El castillo móvil», del creador de «El viaje de Chihiro», abrió la sección Fantastic
02 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.La ópera prima del estadounidense Kerry Conran Sky Captain y el mundo del mañana inauguró la 37 edición del Festival de Cine de Sitges. Protagonizada por Jude Law, Gwyneth Paltrow y Angelina Jolie, la cinta, en la que aparece en una escena sir Laurence Olivier -al que se le ha resucitado digitalmente-, está producida por Jon Avnet, un veterano profesional independiente de Hollywood que también ha hecho sus pinitos como director con títulos como Tomates verdes fritos . Se trata de una típica película de aventuras deudora de los seriales, las novelas pulp y el cine de género de los años 30, cuya novedad es que los actores nunca salieron de un único plató con fondos azules y verdes durante el rodaje. Aunque la acción transcurre por medio mundo, de las calles de Nueva York al Nepal y de los cielos al fondo del mar, todo el entorno está creado digitalmente y en él se han incrustado los intérpretes, lo que provoca que resulten bastante inexpresivos. Todo comienza cuando un ejército de robots gigantes invade el Nueva York de los años 30. Polly (Paltrow) es una arriesgada periodista que investiga la desaparición de una serie de científicos y Sky (Jude Law) es un capitán que, pilotando su caza de combate. Los 2031 planos de la película cuentan cada uno con sendos decorados generados por ordenador, con un diseño entre futurista, retro y art decó, que, sin duda, es lo mejor del filme. Además, Sky Captain y el mundo del mañana incluye numerosos guiños al cine de los años 30, desde El mago de Oz a Horizontes perdidos y King Kong, y a títulos recientes como Parque Jurásico y Godzilla. El concepto y el diseño de producción del filme son muy notables, pero los actores -a excepción de Angelina Jolie- muestran una permanente cara de pasmo, la misma ante una situación de terror, de humor o de romance. La película ha causado sorpresa en el festival, pero no ha llegado a entusiasmar, debido en gran parte a la frialdad de los actores. La sección Fantastic de Sitges 2004, columna vertebral del certamen, comenzó ayer con una película de dibujos animados japonesa, El castillo móvil, de Hayao Miyakaki, recordado por El viaje de Chihiro. Se trata de una deslumbrante producción que ganó la Osella de Oro en el Festival de Venecia.