Entrevista | Ana Rosa Quintana La periodista inicia hoy una nueva etapa profesional en Telecinco con un espacio que se emitirá en horario matinal: «El programa de Ana Rosa»
09 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Ana Rosa Quintana regresa al ruedo de la competición en las mañanas de Telecinco desde hoy, después de ser madre de nuevo. Se ha convertido en un referente de la mujer madura, a quien da consejos desde la revista que lleva su nombre. Pero no se considera una triunfadora. -He entrado al plató para hacer un ensayo general y me parecía que era ayer, como si no me hubiera ido nunca de la televisión. Me encuentro muy en forma. -¿No se podía permitir un período más largo de retiro de la pequeña pantalla? -No me lo podía permitir porque yo soy una mujer de palabra y llevaba casi tres años de conversaciones con Telecinco. Las navidades de 2003 casi llegamos a un acuerdo de caballeros y después me quedé embarazada. Telecinco contaba con que yo me iba a incorporar en septiembre y después de aquella faena no podía retrasar mucho más mi vuelta. Pero tenía que dar el primer paso. ¿Un tiempo largo? No sé qué es eso. Me encanta mi casa, mis niños, mi vida; me entretengo mucho, pero yo he trabajado toda mi vida y en mi cabeza no está vivir sin trabajar. -Se inician unas mañanas muy competitivas... -Yo nunca he sido mujer de cien metros. Soy más de maratón o corredora de fondo. No hay que ponerse nerviosos nunca porque los programas irán creciendo y teniendo vida propia. -María Teresa Campos en Antena 3, Inés Ballester en la Primera y ahora usted en Telecinco. ¿Es casualidad que las mujeres tomen el mando de la mañanas o es que entonan más con esa franja que ven tantas mujeres? -En general hay más mujeres haciendo programas en todas las franjas. No sé si será casualidad o es que somos más cercanas. Y en la radio las tardes son femeninas. -¿Cómo ha visto la televisión en este último año, desde fuera? -No he visto nada nuevo y me suena todo el mismo programa. Pero esa es la actualidad que hay. Creo que hay que renovar el patio de personajes, sobre todo del corazón, pero eso no depende de nosotros. Hay que saber leer lo que quiere la audiencia y, al final, eso es lo que interesa. Yo quiero hacer un programa muy abierto, que tenga muchos contenidos y contarlo absolutamente todo. -¿No cree que hay exceso de programas rosa? -Pero preguntémonos por qué. Tienen éxito, luego será que a la gente le gusta. Nadie programa algo que el público no ve.