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El PP duda del contrato de RTVE a Sonsoles Espinosa en el 2003

La Voz E. P. | MADRID

TELEVISIÓN

29 mar 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Sonsoles Espinosa Díaz, esposa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, percibió algo más de 1.500 euros por los tres contratos que suscribió en el 2004 para el Coro de RTVE, según consta en una respuesta parlamentaria del ente público ante la petición de explicaciones por parte del PP. En dicho escrito, RTVE recuerda al PP que la relación de Sonsoles Espinosa con el Coro de RTVE viene derivada de las pruebas de audición convocadas mediante anuncio público en conservatorios de 13 de octubre del 2003, que la esposa del hoy presidente, entonces jefe de la oposición, superó el 4 de noviembre del 2003 junto con otras once personas que, como ella, fueron calificadas como aptas. Pasó a formar parte entonces del grupo de refuerzo al que el Coro de RTVE recurre para cubrir sustituciones y el pasado año fue contratada tres veces, percibiendo «la misma retribución» que los restantes cantores. Dicha cantidad fue de 510,86 euros por programa. «Su contratación es totalmente adecuada, ya que obedece a las necesidades artísticas de la programación del Coro de RTVE», resume en su respuesta la directora general del Ente Público, Carmen Caffarel. Situación laboral Eso sí, se recalca que la contratación de Sonsoles Espinosa «no tiene nada que ver con la situación laboral en que se encuentran otros trabajadores, ni afecta en modo alguno a dicha situación laboral». «Es más, en los tres programas en que fue contratada, lo fueron también, y en las mismas condiciones que ella, otros 52 cantores», concluye. Con esa respuesta RTVE sale al paso de las preguntas de la diputada del PP Macarena Montesinos, quien había pedido explicaciones por la contratación de Sonsoles Espinosa en medio de la situación interna del Coro y de los problemas laborales de algunos de sus integrantes. El PP ya había preguntado por Espinosa, al haber usado una piscina de la academia de guardias civiles de Valdemoro para sus prácticas de submarinismo. El Ejecutivo justificó ese episodio alegando que había sido una decisión de los servicios de seguridad, y no supuso coste alguno.