La ministra de Cultura entregó en el Círculo de las Artes los Premios Nacionales de Literatura El suplemento «Filandón», de «Diario de León», recibió uno de los once galardones.
05 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Pocas ocasiones tiene Lugo de lucir en el panorama nacional. Ayer se le presentó una de esas oportunidades con la entrega en el Círculo de las Artes de los Premios Nacionales de Literatura 2004, divididos en once categorías. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, que presidió la entrega de galardones junto al mandatario de la Xunta, Manuel Fraga, definió el acto como un «agradecimiento de todos los españoles con las personas que crean literatura, así como de convivencia y de lealtad entre instituciones». Fue una celebración sencilla y de reconocimiento para el trabajo que desarrollan escritores, poetas e historiadores, muchos de ellos anónimos para el gran público, pero cargados, como destacó la ministra, de una trayectoria «en la que han escogido el camino difícil, pero que es el de la luz y la creación literaria». La palabra, como no podía ser menos, fue la protagonista de la entrega de los galardones. El Premio Nacional de las Letras Españolas, el poeta y flamencólogo extremeño Félix Grande, fue el encargado de pronunciar el discurso de agradecimiento de los premiados. Su texto estuvo cargado de referencias a la importancia de las palabras y las emociones como motor de la evolución de los hombres: «Sin palabras, caemos en una soledad descomunal y en un naufragio espantoso». El poeta recordó que el lenguaje es una herencia que le llega al hombre después de que lo hayan usado «billones» de personas: «Somos momentáneamente inmortales gracias a las palabras, que las recibimos para participar en una aventura colectiva y remota». Manuel Fraga recordó en su alocución la gran cantidad de poetas y escritores gallegos que forman «una tradición literaria que llega a nuestros días con una vitalidad y una fuerza verdaderamente asombrosa y esto no se debe a la casualidad».