«Dirigir es disparar una sola bala, y producir es tener muchas»

Angélica Martínez LOS ÁNGELES

TELEVISIÓN

TIMOTHY A. CLARY

Tras seis años sin dirigir, el realizador estadounidense estrena «El intérprete», una película de suspense político con Nicole Kidman y Sean Penn

14 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Gracias a su película Los tres días del Cóndor el mundo descubrió lo que era la CIA. Es Sydney Pollack, uno de los directores más emblemáticos de Hollywood que se estrena hoy en España El intérprete , el filme que, por primera vez, ha permitido el acceso de las cámaras al edificio de Naciones Unidas en Nueva York. Dentro de una historia de suspense político, Pollack se permite ciertas libertades para dejar pinceladas de realidad dentro de su ficción. Protagonizada por Nicole Kidman y Sean Penn, El intérprete es su primera película en seis años, mientras prepara su próximo trabajo, un documental dedicado al arquitecto del Guggenheim de Bilbao, Frank Ghery. -Esta es la primera vez que se permite rodar dentro de Naciones Unidas. Hitchcock lo intentó en su día y no pudo, ¿Cree que Kofi Annan le permitió filmar allí para limar su imagen después de los escándalos de corrupción? -Ese es un análisis muy retorcido. Primero quiero aclarar que quise rodar en este edificio antes de que saltaran a la luz publica los escándalos. Pero sí creo que el enfrentamiento entre Naciones Unidas y Washington por la guerra de Irak nos benefició, y tal vez por ello reconsideraron su negativa inicial. -¿El hecho de rodar su película allí no desvía la atención del publico de la historia argumental? -No he hecho una película sobre si la ONU es buena o mala para la sociedad, eso sería como besar mi sentencia de muerte. He hecho un filme de suspense político que funciona con un personaje que cree en las palabras y en la diplomacia por encima de la violencia. Naciones Unidas es el ruedo donde se representa la historia, nada más. -Parece que tira la piedra y esconde la mano. La explosión en la película de un autobús en Nueva York pone de manifiesto una realidad que los neoyorquinos están temiendo que ocurra en cualquier momento. -Espero que no, pero es cierto que pensé durante mucho tiempo rodar o no rodar esa escena precisamente por esa misma razón. No quiero dar a nadie ideas, pero el terrorismo es una locura y estásucediendo en todos sitios, mire lo que pasó en Madrid. Soy pesimista y creo que el terrorismo no se va a contener únicamente en Oriente Medio. Cuando aparece el fundamentalismo se pierde toda la razón lógica, y es extremadamente difícil poner sobre la mesa la diplomacia para negociar,. porque lo opuesto a la lógica es la fe. -¿Es difícil hacer una gran película con una gran pareja de actores como Nicole Kidman y Sean Penn? -Este es un trabajo, y los actores, grandes profesionales. El proyecto empezó con un guión que no funcionaba. Primero se me ocurrió la idea de rodar una película en Naciones Unidas, luego recibí la llamada de Nicole ofreciéndose a trabajar conmigo y luego propuse al estudio contratar a Sean Penn, pero no lo veían para el personaje y tuve que luchar para que lo aprobaran. -¿El estudio no quería a Sean Penn? -No, porque nunca había interpretado un personaje principal envuelto en una relación romántica. En esos momentos no tenía ni el guión terminado ni la aprobación de Naciones Unidas. Por si fuera poco la gente de los efectos especiales me mostró lo que podían crear por ordenador y me pareció horrible. Todo era un desastre, así que llamé a Sean y quedé con él para comer en el aeropuerto de San Francisco. Le dije la verdad: «Si no fuera por ti ahora mismo diría que no a este proyecto». -Usted ha dado parejas inmortales para el cine. Ahora Kidman y Penn toman el relevo de Robert Redford y Barbra Streisand. -La valoración de estas parejas lleva tiempo. No pensé que Redford y Streisand fueran a ser una pareja inmortal cuando rodé la película, que fue aplastada por todos los críticos de la época. Ahora otra generación de críticos la ha descubierto y les gusta. Estoy seguro de que Nicole y Sean también serán recordados así. -Usted es director y productor, ¿una combinación casi imposible? -Producir es mucho menos personal. Dirigir es disparar una sola bala y producir es tener muchas. El trabajo como director me obliga a entregar dos años de mi vida a un solo proyecto, y como productor puedo preparar dos o tres películas al mismo tiempo.