Alfredo Bryce Echenique da estos días los últimos retoques a la edición española de la segunda entrega de sus memorias, titulada Permiso para sentir , un libro en el que el escritor se aferra «a la verdad» para emitir un diagnóstico acertado de la realidad peruana de los últimos años. El volumen, que Anagrama sacará a finales de septiembre, se publicó en junio en Perú, donde, según afirma el escritor, «ha tenido una acogida muy buena», pese a que algunas de las cosas que se cuentan en sus 600 páginas «han sorprendido y han motivado un poco de controversia». Bryce dedica una extensa parte de su obra a evocar lo que supuso para él, cuando regresó a Perú en 1999 tras haber pasado más de tres décadas en Europa, «vivir el final de la atroz dictadura de Fujimori» y ver «la desesperanza absoluta» de la gente. Volvió a Lima con la intención de poner fin a su largo exilio voluntario, pero, a los tres años y medio, el ambiente «irrespirable» que encontró en Perú lo impulsó a emprender rumbo a Europa y vivir a caballo entre Lima y Barcelona, que es lo que hace ahora. El autor dice acercarse a la realidad peruana «con una mirada virginal» de un hombre que ha estado fuera décadas.