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El Museo Reina Sofía amplía su espacio expositivo en un 60%

Alejandro Posilio LA VOZ | MADRID

TELEVISIÓN

FOTOGRAFÍAS: JUAN LÁZARO

Los tres nuevos edificios han sido diseñados por el arquitecto francés Jean Nouvel Las instalaciones, inauguradas ayer en Madrid, han costado al erario 92 millones de euros

26 sep 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

La reina Sofía inauguró ayer en Madrid la ampliación del museo nacional de arte que lleva su nombre, que servirá para aumentar en un 60% (de 51.297 metros cuadrados a 84.048) el espacio expositivo de uno de los centros culturales más prestigiosos de España. Estas nuevas instalaciones han sido diseñadas por el arquitecto francés Jean Nouvel, y han costado al erario 92 millones de euros. El proyecto arquitectónico consta de tres nuevos edificios, intercomunicados y aunados bajo una gran marquesina de color rojo, y que junto con el edificio Sabatini envuelven una plaza cubierta de enormes dimensiones. La primera de las construcciones acoge un centro de documentación y una moderna biblioteca, que atenderá la demanda del público general y especializado. Cuenta con cien puestos de lectura y, aunque actualmente alberga 65.000 ejemplares, tiene capacidad para alcanzar los 250.000. El segundo de los edificios incluye dos auditorios, el mayor con un aforo para 500 personas, y el menor, para 200, así como la sala de protocolo. Estos espacios permiten la celebración de prácticas artísticas multidisciplinares, audiovisuales y multimedia. En la planta baja, y con entrada desde la calle, se ha dispuesto una cafetería restaurante de diseño ultramoderno, explotada por el innovador restaurador Sergi Arola. Salas de exposiciones La ampliación propiamente dicha del museo se contempla en el tercer edificio, pegado al de Sabatini (el que alberga la colección permanente), con dos nuevas salas de exposiciones temporales que suman 2.251 metros cuadrados, con capacidad para exponer obras de gran formato. Estos espacios permiten la flexibilidad necesaria para los diferentes tipos de muestras y soportes, al incorporar sistemas que pueden llegar a ocultar la fachada de vidrio. Los pozos de luz, ocultos por estores, logran iluminación natural, artificial o combinada. Diferentes mecanismos posibilitan suspender obras de arte de gran complejidad. Además, la preinstalación de sistemas informáticos y electrónicos permiten la exhibición de imágenes en diferentes puntos de las salas. Según el arquitecto Jean Nouvel, «la base de este entramado arquitectónico responde a una estrategia diferenciadora de funciones y espacios. Además, los tres nuevos volúmenes establecen una complementaridad y un diálogo constante con el resto del museo». Los nuevos edificios terminan en grandes terrazas que, según su autor, son «una invitación a crear acontecimientos».