El polifacético artista inicia una tendencia denominada «guarromanticismo» El humor y el desgarro intervienen en este relato sobre las inseguridades humanas
20 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.?Estamos un poco desubicados respecto a nuestra actitud con la mujer». Cansado de tener que defender las creencias de los personajes que ha interpretado en el cine, la televisión y el teatro, Nancho Novo se lanza al «barro de la novela» -como él mismo dice- para expresar sus propias opiniones sobre ese tipo de hombre en alza que es «capaz de hacer feliz a una mujer, pero no a una sola mujer»: El solateras. En esta incursión publicada por Aguilar, el polifacético coruñés-muxián inaugura una tendencia artística denominada guarromanticismo , que se rige por la máxima: «Lo cortés no quita lo valiente». «Es un romanticismo enguarrinao de duro realismo y de situaciones lo más cotidianas posible. En otras palabras: ''Al pan, pan; y al vino, vino''. Dentro de este ámbito estarían Robe Iniesta, de Extremoduro, y Bukowski», explica el también líder del grupo Los Castigados sin Postre, de cuyo último disco se ha extraído la portada del libro. «Fue decisión de la editorial; yo no estaba de acuerdo», aclara. Aunque está escrito en primera persona y el protagonista es un actor en el umbral de los cuarenta, Novo deja claro antes del inicio del relato que no se trata ni de un diario personal ni de una historia autobiográfica, y que «todos los eventos y caracteres que en ella aparecen son ficticios». No obstante, experimenta un cierto «morbo», al pensar que el lector se plantea si alguna situación es real o imaginaria. «De todas formas -continúa-, es inevitable verter cosas de mi alma y de mi persona». Cargada de humor en todas sus páginas, incluso en las situaciones más patéticas, El solatera s aborda el sexo, el amor, la amistad, el fracaso, todas las debilidades e inseguridades humanas, sin ningún tipo de tabú o tapuj o. «Llevo quince días muerto y nadie parece darse cuenta», comienza la historia. Totalmente deprimido por perder a la mujer de su vida, con la taza del retrete como único testigo de su desgracia y sin una camisa limpia, el protagonista se deja llevar por la indolencia y la desidia, debatiéndose entre la compasión y la culpa. «La novela es un examen de conciencia. El problema es que este personaje repasa toda su vida, pero nunca llega a hacer nada», argumenta el padre de la criatura. Será precisamente su mejor amiga y camello quien le dé la clave sobre por qué sus relaciones no funcionan: «Las parejas fracasan porque, cuando se van a vivir juntas, ella piensa que él irá cambiando con el tiempo, mientras que él piensa que ella no va a cambiar nunca». Para Nancho Novo -que hoy estará en A Coruña presentando su última película, Somne , dirigida por Isidro Orti z- , dicha aseveración es acertada: «El hombre está acostumbrado a dar lo mínimo para recibir todo lo que necesita. A los tíos les gustaría ser Dorian Gray, unos crápulas, que sólo envejeciesen en un cuadro».