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Una película devuelve a la actualidad a Truman Capote

César Wonenburger NUEVA YORK

TELEVISIÓN

El actor Philip Seymour Hoffman se mete en la piel del clásico El estreno en EE.UU. coincide con la reedición de la biografía del autor de «A sangre fría»

24 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

La biografía que Gerald Clarke escribió sobre Truman Capote a finales de los ochenta vuelve a aparecer estos días, otra vez con puesto de honor en los anaqueles de las principales librerías neoyorquinas (de Barnes & Noble a Rizzoli's). La reedición de este clásico, ahora, sólo ofrece una novedad: en la portada del libro ya no está la fotografía del biografiado, posiblemente el escritor norteamericanos más influyente del siglo pasado, sino la del actor Philip Seymour Hoffman, caracterizado como el autor de Desayuno con diamantes . Las sinergias culturales han querido que la nueva publicación (ahora en paperback , o edición de bolsillo, más económica) coincida con el estreno en las salas neoyorquinas de la esperada Capote , la película con la que el joven director Bennett Miller acaba de cosechar excelentes críticas en las principales publicaciones estadounidenses. Capote no es estrictamente una película biográfica; para eso habrá que esperar al año próximo, cuando otro realizador desconocido, Douglas McGrath, estrene su Have you heard? , que sí pretende ofrecer un amplio reflejo en pantalla de la vida del escritor que para muchos renovó la escritura de novelas en la última mitad del siglo pasado. Capote se centra, precisamente, en el período durante el cual el autor escribió una de sus obras más celebradas, A sangre fría , la que habría de servirle para inaugurar un nuevo género, la «novela de no ficción». La película comienza el 15 de noviembre de 1959, justo el día en que Capote se desayunó con una información del New York Times que daba cuenta del asesinato de una familia de granjeros en Holcomb (Kansas). Olfato periodístico El olfato periodístico y las habilidades del narrador harían el resto. Capote telefoneó al redactor jefe de The New Yorker , la revista en la que solía colaborar por aquellas fechas, para notificarle que se marchaba a Holcomb con el fin de escribir una historia sobre el trágico suceso. Lo acompañó su amiga de infancia, Nelle Harper Lee (la soberbia Catherine Keenner, en la película), autora de Matar a un ruiseñor . El resultado se demoró casi seis años, los que duraron sus pesquisas y el proceso judicial contra los dos asesinos, Perry Smith y Dick Hickock, hasta su ejecución.