Benjamín Prado novela los casos de los niños robados durante el franquismo

Tomás García Yebra MADRID

TELEVISIÓN

06 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Hace unos cuatro años, Benjamín Prado (Madrid, 1961) vio un reportaje en la TV3 que le impactó: los niños robados a las mujeres republicanas que habían sido encarceladas por el franquismo. «Me quedé de piedra; nunca pensé que un hecho de tanta gravedad hubiese pasado desapercibido», afirmó el escritor. En el reportaje se aseguraba que miles de criaturas fueron arrancadas de los brazos de sus madres en los años posteriores a la Guerra Civil. Los niños y las niñas (desde recién nacidos hasta críos de cuatro o cinco años) eran entregados a familias adheridas al régimen para que los regeneraran. «Al día siguiente llamé a mi madre por teléfono, por curiosidad, para comentarlo, y como es una mujer de las de antes me respondió de la forma que yo sospechaba: ''Hijo, eso son inventos de los comunistas''». Cientos de testimonios Prado se puso a investigar y comenzó a encontrar cientos de testimonios de gente que había conocido varios casos de cerca. Con ese material ha construido la novela Mala gente que camina (Alfaguara), un estremecedor relato en el que el escritor madrileño ha seguido la técnica de Galdós en los Episodios nacionales. «Me inventé un personaje, la escritora Dolores Serna, supuesta amiga de Carmen Laforet, una mujer que trató a Delibes, a Cela y a otros muchos escritores». A través de este personaje inventado, el autor deja caer, cual bomba atómica, una serie de sucesos «completamente reales y verificables» de lo que ocurrió realmente. Delibes sale muy bien parado en la novela -«es la integridad y la honestidad personificada»-. Prado también habla bien de Cela, Luis Felipe Vivanco y Carmen Laforet. No así de Dionisio Ridruejo, Eugenio d'Ors, José Luis Aranguren, Jacinto Benavente o Pío Baroja.