Las cadenas exceden en horario estelar el límite legal de emisión de publicidad

TELEVISIÓN
Sólo TVG cumple a rajatabla unas normas que permiten hasta 17 minutos de anuncios por hora Los espacios patrocinados y los «spots» subliminales, incorrecciones habituales
17 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Seguir un programa del horario estelar en una cadena convencional es toda una prueba de resistencia para la paciencia y memoria del espectador. Las cadenas soslayan, cuando no incumplen abiertamente, las normas de publicidad en televisión, que en España son bastante generosas. Un repaso cronómetro en mano de la parrilla durante la semana de entre el 5 y 12 de junio da una visión general de la ajustadísima aplicación de la normativa. Por ley, una cadena no puede ofrecer más de 17 minutos de publicidad por hora de emisión, y eso contando que cinco minutos serán de promociones propias. Todas las cadenas aprovechan al máximo esta normativa y, por ejemplo, Antena 3 emitió el pasado 5 de junio en su Peliculón 16,5 minutos de publicidad por hora; el día 6, martes, Cuatro se quedó en 12 minutos, los mismos que al día siguiente Telecinco; La Primera rondó los 15 minutos el jueves, día 8, con su película Alí, y TVG, en cambio, ni siquiera llegó a los siete minutos el lunes siguiente con el estreno de la serie francesa Dolmen . El incumplimiento más habitual es no respetar el tiempo entre cortes publicitarios. Éste tiene que ser de veinte minutos y sólo en una ocasión, y de forma excepcional, se puede hacer a los como mínimo quince minutos del descanso anterior. Esta norma se aplica con generosidad en las televisiones generalistas. Por ejemplo, Antena 3 tuvo un corte de ocho minutos durante Los Ángeles de Charlie, y a los quince minutos, el siguiente. La serie House , de Cuatro, se interrumpió a los diez minutos del comienzo; Hospital Central , en Telecinco, comenzó 33 minutos más tarde de lo anunciado, y a los siete minutos del inicio ya había spots en la tele, y entre el segundo y el tercer corte hubo un cuarto de hora, justo, de emisión. TVG, en cambio, cumplió a rajatabla la normativa: 30 minutos para el primer corte y otros 30 para el segundo. En cuanto a películas, no puede haber cortes antes de los 45 minutos de emisión. Alí , la que pasó el 8 de junio La Primera, fue interrumpida a los 31 minutos de su comienzo. Además, como es habitual en el resto de sus competidoras, el tercer corte publicitario llegó con escasos 16 minutos de película. Anuncios «camuflados» Más normativa. Los patrocinios no cuentan como publicidad «oficial» y por eso son cada vez más habituales en los espacios entre películas. En este repaso sobre el horario estelar de una semana se han incluido porque tampoco cumplen escrupulosamente la normativa que los rige: no pueden ser influidos por el patrocinador, deben estar claramente identificados y no han de contener mensajes publicitarios. Pero el espectador sabe que, si un microespacio le habla de la vista cansada y de trucos para superarla, antes de que termine habrá, por ejemplo, un anuncio de un colirio. Aunque la ley exige diferenciación entre publicidad y programa, cada vez es más frecuente que los actores de una serie ofrezcan un producto justo antes de su comienzo y en el mismo plató que se rueda. Esta práctica es una vuelta de tuerca del prohibido product placement , que consiste, por ejemplo, en que el protagonista coge un cartón de leche al que se le ve claramente la marca. Estas normas son raramente respetadas en cualquier cadena y franja horaria.