«Las cenizas del hierro» le valen a Pinilla el Nacional de Narrativa

Tomás García Yebra MADRID

TELEVISIÓN

«Para ser universal hay que partir de lo particular», sostiene el autor El escritor culmina su trilogía sobre el proceso de industrialización del País Vasco

06 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El escritor vasco Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923) ha sido galardonado con el Premio Nacional de Narrativa por su obra Las cenizas del hierro , tercer volumen de su trilogía Verdes valles, colinas rojas , una amplio fresco de más de 2.000 páginas (entre los tres tomos) sobre el proceso de industrialización del País Vasco y sus consecuencias. Dotado con 15.000 euros, el premio lo otorga el Ministerio de Cultura a la mejor obra en cualquiera de las lenguas del Estado publicada el año anterior al fallo. «La industrialización generó una serie de sentimientos encontrados que han abocado a lo que hoy se vive y se respira en el País Vasco», manifestó el autor galardonado. «Estos libros encajaron bien dentro de la sociedad vasca porque no son ensayos ni panfletos; quienes hablan son los personajes», añadió. Publicados por Tusquets y Círculo de Lectores, se llevan vendidos cerca de 64.000 ejemplares entre los tres volúmenes. Pinilla también ha opinado sobre el proceso de paz abierto en el País Vasco: «Lo que desea el mundo abertzale es que se les deje una puerta abierta, una salida digna a las bases; si el presidente encauza bien el proceso habrá paz. ETA lo está deseando. ETA ha visto la cara al terrorismo islámico y se ha asustado». Pinilla, que se declara «no nacionalista», ganó el Premio Nadal en 1960 por Las ciegas hormigas , novela que también fue recompensada con el Premio de la Crítica. En 1971 fue finalista del Premio Planeta con Seno . Después de varias obras en los setenta y ochenta dejó de escribir. «Los editores no me trataban bien; decidían cuestiones sobre mis libros a mis espaldas y eso no me gustaba». A comienzos del siglo XXI comenzó la gran empresa de reconstruir la memoria de su tierra centrándose en un lugar concreto: Guecho. «Sí, yo también soy de los que creo que para ser universal hay partir de lo particular», concluye.