La señal de televisión se puede recibir de diferentes maneras. Hasta ahora el sistema convencional era el analógico que va a quedar en desuso. Pero existen otros cuatro que son habituales en España para sintonizar canales: la TDT, el satélite, el cable y el ADSL. ¿Qué diferencias hay entre ellos?
El primer concepto a tener en cuenta es el de la instalación . La TDT se recibe a través de antenas convencionales que deben ser adaptadas. Se trata de una conversión fácil y rápida. En el caso de la televisión por satélite, es necesaria la colocación de una antena parabólica para poder recibir los canales. Además, en España en la mayoría de los casos es necesaria una suscripción a alguna de las empresas que distribuyen estos contenidos, con paquetes diferenciados dependiendo del coste. Algo parecido ocurre con el cable. Requiere que exista una red específica, generalmente montada por las empresas que ofrecen los servicios, como es el caso de R en Galicia y hay que suscribirse. El ultimo sistema es el ADSL, que permite transmitir información en formato digital a través de líneas telefónicas. Requiere una conexión específica y una suscripción.
En cuento a la cobertura , la TDT tiene carácter nacional, con la posibilidad de desconexiones territoriales, tanto autonómicas como locales, al igual que el cable y el ADSL. La televisión por satélite tiene cobertura continental y estatal.
También estos sistemas tienen otras ventajas . La TDT ofrece una calidad óptima de la señal en condiciones precarias de recepción. El cable oferta la posibilidad de servicios adicionales como teléfono e Internet, mientras que el satélite permite la recepción de canales extranjeros, y el ADSL no requiere una instalación exterior.
Los cuatro sistemas tiene un ancho de banda alto, o, lo que es lo mismo, la posibilidad de poder introducir mucha información en el sistema con elevada calidad de imagen y sonido, en el caso de la televisión.