El ganador del concurso de Alberto Chicote recibe en doce horas 200 peticiones de reservas para su restaurante
19 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El spoiler fue verdad. Tal como había pronosticado un misterioso comentario publicado hace un par de meses en una web de viajes, David García Cantero se convirtió en ganador de la segunda edición de Top Chef. El cuchillo dorado fue para el benjamín del concurso de Antena 3 y chef de El Palà de Torroella (Barcelona), que celebró su premio haciendo alusión al acoso sufrido en la infancia y a varias personas que no apostaban por él cuando era un niño o un adolescente. «Ahora me atrevo a decirles a esos capullos, a esos tontainas, que les doy con el canto en los dientes», se vengó con orgullo.
También aprovechó su momento de gloria para hacer una loa a la creatividad en una final que batió el récord de la segunda temporada del programa con 3,3 millones de espectadores.
En el día después de su victoria, David García Cantero confesaba haberse visto «un poco repipi» y «demasiado sensiblón» en el programa, donde derrochó sabiduría culinaria, serenidad y sensibilidad. «El reconocimiento mola -confesó en una entrevista a Efe-. Gusta que te gratifiquen por el trabajo bien hecho. Yo soy un poco inseguro y que el jurado te diga que no lo haces mal me ayuda a subir el ánimo y la autoestima».
En To+ Restaurante, un espacio de ocho mesas con dos menús degustación, las líneas de teléfono están «colapsadas», con 200 peticiones de reservas en menos de doce horas. Para comer allí hay que esperar por lo menos hasta febrero. Como contrapartida, ha perdido la intimidad.
A lo largo del concurso conquistó a Alberto Chicote, Susi Díaz y Yayo Daporta con platos como el trampantojo dulce de pa amb tomàquet y fuet o el camello en el desierto. En la final, en la que tuvo a la viguesa Inés en su equipo, sedujo a los siete premios nacionales de gastronomía que probaron su jurel marinado, pichón con tubérculos y bizcocho de té matcha y especias.