Arantza Vilas, diseñadora de vestuario de «Juego de tronos»: «Me quedo con Arya Stark y Khaleesi»

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

XOAN CARLOS GIL

La viguesa es una de las cien personas que trabajan en el vestuario de la serie

05 abr 2015 . Actualizado a las 09:33 h.

Braavos: nido de guerreros, prostitutas y usureros del Banco de Hierro. La más poderosa de las ciudades libres de Juego de tronos tiene alma gallega. Una de las diseñadoras que participan en la creación del vestuario es Arantza Vilas (Vigo, 1975). Se embarcó por segundo año en esta producción, cuya quinta temporada se estrenará en España el día 13 (habrá un pase especial el 12 en el Alcázar de Sevilla). El currículo de Vilas se extiende más allá del Muro. El fantasma de la Ópera o Los mosqueteros llevan también su sello.

-¿Cuál es su trabajo en la serie?

-Mis especialidades son el envejecimiento y la manipulación de tejidos. En este caso, oxido las telas de los distintos personajes de Braavos con polvo de metales. Es como cocinar: reacciones químicas, proporciones, temperaturas... Es divertidísimo, pero tiene sus dificultades.

-¿Qué dificultades?

-Replico las condiciones de temperatura y humedad de la oxidación de metales. El óxido tiñe y desgasta la tela. Pero claro..., en mi centro de trabajo, en Pinaki Studios. El cuartel general de HBO para el vestuario de la serie está en Belfast, y allá me fui con mis telas el primer año. Pero al cambiar las condiciones atmosféricas, la reacción que se produjo fue diferente. El resultado era ¡de color verde!

-¿Y cómo lo resolvió?

-Al restablecer esas condiciones todo se solucionó. Tenía 70 metros de tela preparados. Por suerte se estropeó poca. Es un trabajo muy artesanal. Un día, por ejemplo, estuve 15 horas seguidas almidonando.

-Y total, para que luego se zosquen a gusto los Stark y los Lannister y acabe todo el plisado en el cubo de la basura...

-¡O mejor todavía! [se ríe], que llegue el director y diga: «Fuera los sombreros», que ilumine de otra manera, que salga la escena a contraluz y que solo tú identifiques tu trabajo. Pero bueno, es normal, el vestuario no puede estar por encima de la acción. Debe pasar inadvertido.

-¿De verdad pasan esas cosas?

-Sí. Por ejemplo, que al director se le ocurra meter agua en una escena. Hicimos unos cuellos plisados para los ciudadanos de Braavos, y la tela no estaba preparada para que las prostitutas se metieran en una sauna. Y es una pena porque se podían haber usado otras fibras.

-¿Y qué sucedió?

-Que se fueron desmoronando y nadie dijo nada, je, je. Por suerte, me enteré cuando la escena estaba filmada. Y para Sansa Stark hice el tratamiento de un vestido completo, pero al final solo se veía la parte superior ¡y a contraluz! Bueno, lo importante es que tu trabajo ayuda al actor a crear su personaje.

-¿Cómo se conjuga el vestuario de Invernalia con el de Desembarco del Rey, tan distintos?

-La diseñadora de vestuario, Michele Clapton, tiene cien artesanos a su cargo, y el 90 % de los vestidos y los complementos se crean para la serie, incluidas las armaduras. En Los mosqueteros éramos 12 profesionales.

-¿Cuál es su personaje favorito?

-Me quedo con Arya Stark y Khaleesi. ¡Mujeres guerreras!

-¿En qué otros proyectos está usted embarcada?

-Tengo una colección de moda e interiores en The British Library: accesorios, sombreros, zapatos... y unas bandejas con la firma gallega Vermis Project.