Pepa, bueno

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

16 abr 2015 . Actualizado a las 18:49 h.

Ni fu ni fa. El Chester volvió el domingo con Pepa Bueno, y bueno, se ha quedado reducido a un buen programa de entrevistas, sin la fuerza de la marca publicitaria que le puso Risto, pero con todo el tono amable y conversador de Pepa. Que para un primer día no defraudó a la audiencia y mantuvo el pulso de la herencia -no decayó excesivamente en el share-, pero para aquellos que necesiten un poco más de sal gorda se les habrá atragantado por soso. Y es verdad que por momentos resultó almibarada con Jose Coronado con tan buen rollo y tanto cariño por las dos partes. Nos hemos hecho ya a esa otra forma impositiva y dura por parte de quien pregunta que cuando la entrevista fluye en otro registro se echa de menos un poco de mala leche o ciertos ganchos que rompan un pelín a quien responde. El Chester de Pepa seguro que será entretenido, agradable y sin desajustes. Pero qué quieren que les diga, sabíamos del postureo de Risto y de cómo su egocentrismo retenía la energía de los entrevistados en un vaivén no siempre acertado, pero le dio un punch al programa que como espectador se agradecía. El pasado domingo, en cambio, entre las publicidades, las piezas que insertaron en medio de la conversación y el tono tan agraciado, el Chester se desinfló en un cómodo sofá. De esos en los que a la mínima te estiras y te duermes.