Alberto, de Masterchef: «Si la patata está bien cocinada, el 'león come gamba' está muy bueno»

beatriz pallas REDACCIÓN / LA VOZ

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El concursante expulsado de «Masterchef», asegura que el apoyo del público le ha ayudado mucho y cree que el jurado podía haber dicho las cosas «de otra manera»

16 abr 2015 . Actualizado a las 11:47 h.

El jurado de MasterChef mostró este martes su cara más cruel con el primer expulsado de la temporada, el benjamín Alberto Sampere. El culpable: el «león come gamba», un plato desafortunado que Pepe Rodríguez calificó de «insulto» a su inteligencia y a los aspirantes que quedaron fuera. Según Jordi Cruz, «ningún concursante de MasterChef Junior ha tenido leches de hacer un plato tan bobaina como este». La eliminación fue fulminante. El cocinero valenciano de 18 años, estudiante de medicina y meticuloso con la asepsia, se derrumbó en brazos de la presentadora, pero el humor a cuenta del plato que inundó ayer las redes sociales le devolvió la sonrisa.

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-¿Qué le parece la reacción provocada por su expulsión?

-Muy bien. No me esperaba esta respuesta por parte del público, pero me ha servido mucho para reírme de mí mismo y también para aprender.

-¿Cómo vivió ese momento?

-Lo pasé fatal. Empecé a llorar y estuve llorando tres horas sin parar. Pero después de eso ya no lloré más.

-¿Cómo se gestó en su cabeza el «león como gamba»?

-En la prueba había que cocinar con alimentos rojos o amarillos y a mí me tocó el rojo. Pensaba hacer una especie de musaka o una falsa lasaña con atún rojo, gambas, tomate y pimiento. Pero el jurado me dijo que me faltaba garra y que tenía que ser un león en la cocina, así que pensé que qué mejor forma de demostrarlo que tener valentía. En casa ya había preparado animales hechos con frutas, siempre mirando un referente, y pensé que sería fácil hacerlo con patata. Pero la idea fue mala y la ejecución, pésima. Además, ese día parecía que el universo había conspirado contra mí, porque todo me salía mal. Puse a cocer la patata y el agua, al hervir, se salía y me apagó la cocina de inducción cuatro o cinco veces. No me quedaba tiempo y yo sabía que la patata no estaba bien cocinada, pero no creía que estuviera tan cruda. Intenté arreglarlo como pude, pero quedó un plato que no es digno ni de MasterChef Junior ni de nada.

-¿Usted se lo comería?

-Si la patata no queda cruda, el plato está muy bueno. Además, el gazpacho se coaguló en la jarra por la pectina de la fresa y porque pasó mucho tiempo entre la preparación y la prueba. Por eso al echarlo no caía un chorro limpio.

-El jurado lo calificó de insulto y marranada. ¿Está de acuerdo con la sentencia?

-Ya dicen que MasterChef es el talent show culinario más duro de la televisión. Yo sabía que me iban a valorar mal, pero creo que las cosas se podían haber dicho de otra manera.

-¿Pasar ese mal rato le ha merecido la pena? ¿Volvería en el caso de que hubiera una repesca?

-Ayer [por el martes] mientras veía el programa, al observar que la reacción del público era tan buena, vi que sí ha merecido la pena. Si hay una repesca intentaré ir y hacerlo bien, no ya para quedarme en el concurso, sino para demostrar que sí sé cocinar.

-Visto el revuelo que se ha generado, hay gente que sospecha que todo esto puede ser un montaje para intentar ganar audiencia. ¿Lo es?

-Ojalá lo hubiera sido, porque lo pasé muy mal y ahora lo llevo como puedo gracias a la gente. Yo no sé fingir.

-En el programa dijo que se iba a esconder en un pozo sin salir en dos años y que dejaría la cocina. ¿Sigue pensándolo?

-Eso fue la desesperación del momento, porque fue un golpe muy duro. Que me echaran del programa no fue una sorpresa, pero lloraba porque sentía que no merecía estar allí y pensaba en las 15.000 personas que se habían quedado fuera. Estaba en un momento de tierra, trágame y fue una reacción desmedida. Pero sí, sigo cocinando para mi familia y mis amigos.