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«Gran Hermano 16»: Una boda, un chino, una madre con su bebé y muchos secretos por guardar

La Voz REDACCIÓN

TELEVISIÓN

En esta edición del «reality» todos los concursantes tienen algún secreto que guardar. Si son descubiertos perderán 100.000 euros del premio final si resultan ganadores

14 sep 2015 . Actualizado a las 10:19 h.

Gran Hermano 16, el de las falsas apariencias, ya ha comenzado su andadura. Y lo hizo lleno de secretos. Todos los concursantes tenían algo que ocultar y si son descubiertos perderán 100.000 euros del premio final en caso de ganar y además nominarán con menos puntos que el resto de sus compañeros hasta que termine el «juego de los secretos». Por el contrario, quien descubra alguno de esos misterios, gozará de un privilegio en Gran Hermano.

Esta nueva edición de Gran Hermano prometía sorpresas desde el principio y no tardaron en llegar. Muti, un sevillano de 22 años, sería el primer concursante en entrar en la nueva casa con la particularidad de que sería el concursante invisible. El público no le pondrá cara a este misterioso participante hasta la siguiente gala del programa.

Tras él, le tocó el turno a Ivy, una mexicana residente en Barcelona, y su novio Carlos, cuyos padres se enteraron por televisión de su entrada. Con ellos llegó la primera gran sorpresa de la noche: una petición de mano terminó en boda esa misma noche dentro de la casa de Guadalix.  

Las siguientes en formar parte de Gran Hermano 16 fuero Maite y Sofía, una madre e hija inseparables que tendrán que disimular y hacer creer a los demás que nos se conocen de nada. Pero su secreto fue más allá con la entrada de Suso, un joven catalán que tendrá que hacerse pasar por el hijo de Maite. La noche no había hecho más que empezar y Gran Hermano ya había conseguido sorprender a todos sus seguidores.

En los días previos al arranque del programa Mercedes Milá había advertido que nada sería lo que parecía, y tal y como arrancó la noche en la casa de Guadalix los pronósticos parecían cumplirse e incluso ir mejorando según conocíamos a los concursantes. Le llegó el turno a Marina, una madre recién estrenada que entró a Gran Hermano con su bebé Juan, al que atenderán en una zona paralela a la que podrá acceder cuando quiera. O eso es lo que explicaron desde el Gran Hermano de las falsas apariencias.

Los rumores en las redes sociales comenzaron a correr como la pólvora cuando había pasado algo más de una hora del inicio de la gala de Gran Hermano. En Twitter muchos usuarios lanzaban sus teorías y apuntaban a que todo lo que estaban contando era un engaño. El hashtag #Gala1GH16 se colocó en lo alto de la lista de trending topics al comienzo de la noche y ya no abandonó esa posición hasta que terminó el programa.

Los siguientes en entrar en el Gran Hermano de las falsas apariencias fueron Vera y Niedziela. Él es un catalán, que se considera un chico de barrio y un luchador, y ella la quinta generación de una familia circense que se ha cansado de ser nómada y ha preferido entrar en Gran Hermano 16. El secreto de esta pareja consistía en ocultar el jardín secreto en el que se encontraron y por el que se accede a través de la falsa chimenea de una de las habitaciones. Su secreto se enredó un poco más con la llegada de Raquel, a la que Vera tiene que hacer creer que es la única en conocer esa zona de la casa que el resto no conoce. El catalán tendrá el mismo juego con Niedziela y Raquel y ninguno de sus compañeros deberá descubrirlo si quiere optar a llevarse el premio íntegro.

La concursante número once en entrar a la casa de Gran Hermano fue Amanda, una joven malagueña de 25 años, que a pesar de reconocer que es presumida también se considera «empollona». El toque de humor de la gala llegó con la entrada de Han Wang, un chino que no habla nada de español. Sin embargo, la mentira de Gran Hermano sobre este concursante tardó poco en destaparse en las redes sociales, y que después el propio programa aclaró en su vídeo de presentación.

Ya solo faltaban cuatro concursantes más por entrar para que el cupo quedase cubierto. Llegó así el turno de Enrique, un médico oncólogo amante de los deportes al aire libre y que explicó que una de las mejores experiencias que vivió en su vida fue hacer el Camino de Santiago con su hermano el año anterior. Con él entró Carolina. Una modelo de Girona que se describe como «celosa, enamoradiza y con miedo a la oscuridad». Ellos también tienen un secreto, pero Gran Hermano decidió no darlo a conocer en su primera gala.

El penúltimo en entrar en la casa fue Aritz, un joven de Santurtzi sin prejuicios y al que no le gustan las etiquetas. En su casa no tiene televisión, ordenador ni Internet y asegura no conocer a ningún concursante de los que ha pasado por Gran Hermano hasta el momento. El secreto de Aritz es que no tiene ningún secreto.

Con Marta, la periodista a la que le comunicaron que era concursante de Gran Hermano durante la rueda de prensa previa al inicio del programa quedó cerrado el elenco de concursantes de Gran Hermano 16 que pelearán por hacerse con el premio final de 300.000 euros. A la última participante le enumeraron en el confesionario todos los secretos que había en la casa aunque sin dar nombres, con lo que tendrá la misión de ir asignándolos a sus compañero.

Y si con tanto secreto la cosa ya estaba bastante liada en Gran Hermano 16, Mercedes Milá consiguió darle un nuevo giro al explicar en su última comunicación con la casa que todos tenían un secreto. Intercambios de miradas y suspicacias comenzaron a aflorar en Guadalix en un Gran Hermano en el que nada es lo que parece.

La guerra de las audiencias

La audiencia ha respondido a la propuesta del programa de Telecinco. Casi tres millones y medio de telespectadores disfrutaron del primer concurso de Gran Hermano, lo que supone un 24,8 % del share, la mejor cuota de pantalla desde el 2009. El espacio presentado por Mercedes Milá se impuso a Django Desencadenado (19,1 %), la película de Tarantino escogida por Antena 3 para la noche del domingo. Ana Pastor logró un 10 % en El Objetivo, en el que contó como invitado con el presidente de la Generalitat Artur Mas. La misma cuota de pantalla que la 1 de TVE. En el primer canal de la cadena pública vieron la película Menudo fenómeno 1.814.000 espectadores.