¡Vaya par de chefs!

Beatriz Pallas TRIBUNA

TELEVISIÓN

08 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los aspirantes de MasterChef, niños, adultos y famosos, se hacen durante su participación en el programa un máster de cocina que les permite perfeccionar hasta extremos insospechados unas técnicas que controlaban como meros aficionados. También como  principiantes en materia televisiva llegaron al concurso los jueces cocineros, que han ampliado su profesionalidad en los fogones con sus demostradas nuevas dotes como comunicadores. Las campanadas en la Puerta del Sol junto a Anne Igartiburu fueron la prueba de su evolución frente a las cámaras desde su primera vez, hace tres años, y de su dominio escénico cada vez mayor. Pero es en la edición de MasterChef Junior, el único contenido propiamente navideño e infantil de la televisión, donde los chefs despliegan con profusión sus personajes de poli bueno-poli malo y sus más que demostradas dotes para la comedia.

Dando una de cal y otra de arena, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz conjugan sus severos juicios a los niños, estrictos y sin concesiones por cuestiones de edad, con fiestas de disfraces, efectivos piques entre ambos y travesuras cuando compiten contra los concursantes e intentan robarles los ingredientes. Por su habilidad para ponerse a su altura, para los niños ya se han convertido en figuras televisivas entrañables.