Noruega y Suecia salen airosos de la descafeinada semifinal de Eurovisión
TELEVISIÓN
Rusia pinchó por primera vez en su historia y Rumanía también se quedó a las puertas por tercera vez en sus veinte años como participante
11 may 2018 . Actualizado a las 00:23 h.Cuando Salvador Sobral pronunció la frase de que «la música no son fuegos artificiales» no sabía lo que le esperaba en su propia tierra durante la noche de este jueves. Montañas, robots, maniquíes, enormes pantallas led y escaleras ardiendo se pudieron ver sobre el escenario del Altice Arena en una semifinal en la que solo Noruega y Suecia partían como favoritos. Alexander Rybak, que ya había ganado el micrófono de cristal en el 2009, repitió este año por Noruega con That’s How You Write a Song. El carisma del violinista se conjugó con una puesta en escena original con proyecciones sobre sus movimientos. Suecia, por su parte, conquistó a la audiencia con un videoclip en directo sobre una plataforma de leds.
La de Rybak no fue la única voz conocida que cantó este jueves bajo los focos del Altice Arena. El neerlandés Waylon, que se ganó su plaza para la final del sábado con un tema country, ya acarició en el 2014 la victoria presentándose en el dúo The Common Linnets. Moldavia aseguró también su puesto en la final con una canción divertida que puso en pie al público lisboeta.
Completando la lista, el ucraniano Mélovin consiguió una de las diez plazas haciendo gala también de una puesta en escena cuanto menos curiosa en la que el cantante salía de un piano como si de un ataúd se tratase. Jessica Mauboy, de Australia, volvió a colarse entre los finalistas haciendo así pleno desde que su país empezó a concursar en el 2015.
La propuesta de hard rock de Hungría junto con Dinamarca, Serbia y Eslovenia completaron los puestos de la final. Esta última fue la sorpresa de la noche ya que minutos antes de su actuación figuraba última en casas de apuestas.
En los eliminados también hubo desconcierto. Rusia pinchó por primera vez en su historia con Yulia Samoylova, que el año pasado había sido vetada del festival celebrado en Ucrania. Rumanía también se quedó a las puertas por tercera vez en sus veinte años como participante del festival.