Polémica por la atrevida sugerencia de la artífice del doblado de las camisetas en vertical y autora superventas de «La magia del orden»
13 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Si a Marie Kondo le plantearan el reto de llevarse solo tres cosas a una isla desierta, probablemente le sobrarían dos. En su abrazo del minimalismo extremo, la artífice del doblado de las camisetas en vertical confiesa que en su garaje diáfano no se amontonan más cajas que las que contienen los adornos navideños. En el sumun de la pulcritud, la autora del superventas La magia del orden defiende que en una casa no debe haber más de treinta libros. O veintinueve descontando el suyo, se supone.
La creadora del estoico método KonMari acaba de estrenar en Netflix la versión premium de todos esos programas de decoración, reformas y trasteros apelotonados de Divinity y Nova. En Ten se emitió hace meses Vidas en orden, que cumplía la misma misión pedagógica que ¡A ordenar con Marie Kondo!, pero carecía la aureola mística que ella desprende. Primero llega, escucha y se gana al anfitrión: «¡Me encanta el desorden!», exclama para crear un clima propicio, aunque sepamos que no es verdad. Se sienta en silencio con los ojos cerrados y «saluda» a la casa en la que va a intervenir. Y luego obra la magia de su sistema: el dueño debe coger prendas y objetos uno a uno y quedarse tan solo con aquellos que le hacen sentir felicidad en todas sus células. Pura física.