Sabrina Salerno: «No me gusta la palabra feminista, soy una mujer libre»

J. Moreno MADRID / COLPISA

TELEVISIÓN

Sabrina Salerno es una de las concursantes de «Baila cómo puedas»
Sabrina Salerno es una de las concursantes de «Baila cómo puedas» RTVE

La cantante y actriz italiana participa en «Baila como puedas», el nuevo concurso que se estrena este lunes en La 1

11 mar 2024 . Actualizado a las 12:46 h.

Con un dominio mejorable del español, según reconoce, la actriz y cantante Sabrina Salerno (Génova, 55 años) regresa a nuestro país para participar en Baila como puedas, nuevo concurso presentado por Anne Igartiburu que se estrena este lunes a las 22.50 horas en La 1. En los 80 fue un icono en Europa, Asia y Sudamérica gracias a su sencillo Boys (Summertime Love). Ahora afronta aquí un nuevo reto con un formato que da un giro de tuerca al programa de baile: serán los bailarines y coreógrafos anónimos quienes instruirán a las celebrities que se jugarán su continuidad. Participan en la nueva apuesta de TVE otros famosos como Álvaro Muñoz Escassi, Ana Guerra, Fabiola Martínez, Jaime Astrain, Lydia Lozano, Maestro Joao o Nicolás Vallejo-Nágera.

—¿Cómo se gestionó su fichaje por este programa?

—Mi mánager española me llamó y Miguel Martín (de la productora Zeppelin) me explicó el formato. Al ser nuevo, tenía muchas dudas. Comprendí pronto que era un programa muy difícil para los bailarines, pero también para los famosos. Ya hice Bailando con las estrellas en Italia. Conozco este tipo de programas, pero me di cuenta que este era muy diferente. Más agotador a nivel mental.

—De todos los estilos ¿cuál le parece el más complicado?

—Este programa es un poquito más urbano, no es clásico. No está el tango, ni la bachata. La elección de la canción también es muy importante. Con las canciones puedes enviar un mensaje. La dificultad la tienen los bailarines en hacer de verdad coreografía. Muchos son muy jóvenes. Su responsabilidad es enorme.

—¿Cómo ha sido volver a España?

—Hice Mask Singer: adivina quién canta en Antena 3 en el 2022. Es la primera vez que voy a vivir en un país extranjero, sin volver a Italia en todo este tiempo. El domingo es mi día de descanso, pero no tengo fuerzas para viajar en avión. El lunes tengo que estar aquí y el domingo me quedo en la cama todo el día.

—¿Le apetecía quedarse en nuestro país?

—Claro que sí. Tras este proyecto me gustaría muchísimo hacer otras cosas. Pero antes debo aprender mejor el español. Pienso que he entendido algo y es exactamente lo contrario.

—¿Y trabajar en un formato como «MasterChef»?

—No sé cocinar ni un huevo. Ese programa no es para mí. En Italia fui jurado de Non sono una signora en el que los famosos se 'draguean'. Es algo similar a Drag Race. Me gustaría presentar algo así.

Nochevieja de 1987

—¿No le cansa que le recuerden la Nochevieja de 1987 en TVE?

—Veamos el lado positivo de las cosas. Ese momento del fin de año ha sido algo de la revolución de la televisión. He de tomármelo de manera muy positiva. Si no sería tonta. Es también una revolución para la mujer. Fue algo imprevisto, no me dijeron nada. En un primer momento no me gustó. Me enfadó, porque nadie me preguntó nada y la productora decidió hacer la revolución de la tele con una mujer que no sabía nada. Eso no lo creo justo. Hablamos de los derechos de la mujer, de todas, y después una mujer hace una cosa a otra mujer sin preguntar. No me gustó. Con el tiempo, y con lo que ha representado en la tele, lo acepté.

—Con todas sus experiencias derribando prejuicios. ¿Se ha vuelto más feminista?

—Yo soy una mujer libre. Siempre he hecho en mi vida lo que quería hacer. Siempre digo lo que pienso. No soy diplomática. Soy así y esa es mi libertad de expresión. No sé si eso es ser feminista. En mi vida no me he sentido inferior a nadie. Siempre he tenido una personalidad fuerte. Si no eres así, otros te matan. No soy envidiosa. Para mí la envidia no existe y creo en ayudarnos. No me gusta tampoco la palabra feminista. Me gusta la mujer libre.

—¿Qué le parece «Zorra», la canción de España para Eurovisión?

—Creo que es un grito para la mujer libre. Es un mensaje sobre la personalidad, la fuerza de la mujer, la libertad de la mujer, en un sistema un poquito machista. Yo hice una canción con Jo Squillo que se llamaba Siamo donne. La presenté en San Remo y tiene una historia como Zorra. Es muy popular.