Terelu, al límite en «Supervivientes»: «Mi mente es fuerte, pero mi cuerpo está hecho añicos»
TELEVISIÓN

La colaboradora televisiva, presente en la última edición del reality desde Honduras, podría seguir los pasos de su hermana Carmen Borrego, que el año pasado abandonó prematuramente el concurso. «Hay veces que quieres mucho, pero no puedes», se emocionaba este jueves en Telecinco
21 mar 2025 . Actualizado a las 12:44 h.La actriz Beatriz Rico tan solo aguantó en la actual edición de Supervivientes que está en emisión en Telecinco tres días, un frustrado paso por Honduras después de haberse hecho de rogar durante diez años de negociaciones con el formato. A pesar de su apariencia paradisíaca, las islas de Cayos Cochinos, donde se graba el formato no son aptas para todos los participantes, que deben someterse a exigentes pruebas y se ven en la necesidad de esforzarse para conseguir comida. Ocurrió el año pasado con Carmen Borrego (Málaga, 1966), que fue sumando ansiedades hasta que el equipo médico del programa aconsejó su salida, algo a lo que ella no se negó. «No mienten, lo he estado pasando mal», se despedía entonces, mientras en España la separación de su hijo José María Almoguera seguía su curso. Madre e hijo tenían entonces una tensa relación que tampoco la ayudó.
Un año después es ahora su hermana, Terelu Campos (Málaga, 1965), uno de los famosos nombres presentes en la actual edición de Supervivientes, quien se encuentra en una situación semejante solo dos semanas después de haber probado las aguas caribeñas. Este pasado jueves activaba el llamado protocolo de abandono, primer síntoma de haber llegado al límite. «No puedo. De verdad. No puedo físicamente más. Me voy a ir», le decía a Makoke en El programa de AR. Esas imágenes matinales ya presagiaban lo que sucedería con el paso de las horas, en la gala nocturna con Jorge Javier Vázquez al frente. El ánimo lo tenía por los suelos ya desde que en la primera conexión el presentador se interesa por cómo está. «Estaba mirando el mar, mirada perdida. A ver cuándo te escuchaba. Peor que tú seguro», fueron sus palabas iniciales. «Si te vieras te sorprenderías», intentaba animarla Jorge Javier. «Pero como no me veo...», replicaba cabizbaja. «Para bien, quiero decir», ejercía de psicólogo Vázquez.
«Yo tengo un problema. Soy una persona que tengo la mente muy fuerte. No estoy preocupada, no voy a mentir. Yo solo lucho conmigo misma porque mi mente es fuerte pero mi cuerpo está hecho añicos, entonces es muy complicado. Mi mente dice que mi cuerpo no puede más. No es fácil. A mí esto me pilla antes de los tsunamis de mi vida y hubiera sido diferente. Aun así yo estoy orgullosa conmigo que es con quien tengo que estar», fue la forma en que la madre de Alejandra Rubio definió un estado de ánimo que puede llevarla a decir adiós a Supervivientes de forma prematura.
Terelu, en los últimos meses colaboradora en ¡De viernes!, vivió una agitada primera semana en las islas al igual que sus otros 19 compañeros. La climatología tropical extrema hizo acto de presencia en los Cayos Cochinos hondureños, provocando incluso las intensas precipitaciones la evacuación de los concursantes que, progresivamente, volvieron a ver el sol y el tiempo seco con el paso de los días. Pero quizás en la escasa fortaleza anímica de Terelu esa situación de desprotección y el estar fuera de casa la hayan llevado al extremo.
«Yo mala cara no te veo», volvía a insistir en insuflar ánimo desde España Vázquez desatando unos aplausos en plató que llegaron a oídos de Terelu. «Lo agradezco. Yo de verdad quiero agradecer a todas esas personas que están en plató y en casa y me ayudan pero son muchos días en los que yo llevo peleando, muchos más de lo que imagináis. Yo no siento que tiro la toalla, en esta ocasión no. A mí me enseñaron a no tirar la toalla pero la vida me ha enseñado que hay veces que no puedes aunque quieras», elevaba el suspense la mayor de las hermanas Campos.
«Todavía no vuelvas que aquí está todo fenomenal», le dijo su hija para que por lo menos supere los 21 días que estuvo su hermana Carmen Borrego en Honduras. Ella, con tan solo 14, prometió intentarlo: «Yo comprendo que se me ve así y parece que todo está bien, pero si yo pudiera trasladaros lo que yo siento en mi cuerpo, dentro, estoy segura de que me entenderíais».