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Mensaje en una zapatilla colgada

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés REDACCIÓN

TENDENCIAS

Castro Paris

La moda de atar viejos zapatos a los cables de la luz se extiende por el mundo y llega a Galicia El llamado «shoefiti» se practica en todo Occidente, pero no existe una explicación clara de su significado

02 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

No existe constancia de la fecha en la que nació, ni explicación fehaciente sobre su significado, pero se trata de un fenómeno en expansión, alimentado por Internet. Se llama shoefiti -de shoe , zapato en inglés- y describe la surrealista costumbre de colgar zapatillas usadas de los cables de la luz y el teléfono que atraviesan las calles de las ciudades de Occidente. En lugares como Brooklyn, constituye casi un rasgo de identidad de este barrio neoyorquino -«aquí la tradición dicta que cuando compras un par de zapatos nuevos tienes que abandonar los viejos en los cables de la luz más cercanos a tu casa», se explica en la web CityNoise-, aunque otros prefieren pensar que tras la extraña visión de una zapatilla colgada del cielo se esconde un código oculto que sólo pueden desentrañar algunos iniciados. Películas como What the dog o Big fish , en las que aparecen expresiones de shoefiti , no han hecho más que aportar mística al movimiento. En Vigo y A Coruña Como se demuestra en las fotografías de esta página, la tradición ha llegado a Galicia. ¿Qué mensaje pretenden transmitir las personas que han colgado sus viejas zapatillas de un cable ante la concatedral de Vigo? En la página web de La Voz hay alguna respuesta. Escribe Marcos: «En mi caso lo hago cuando tengo que jubilar unas zapatillas y, en vez de tirarlas a la basura, les doy una despedida acorde con el servicio que han dado... En la actualidad ya no juego al baloncesto, pero lo sigo haciendo y la verdad es que me gusta...». Las que cuelgan ante el instituto de Zalaeta, en A Coruña, también tuvieron en su día propietario. Se trata de Melitón Martínez, un chaval de 18 años que es portero del equipo de fútbol del centro y uno de sus alumnos más populares. «Hace un año prometí que al acabar la liga colgaba las botas, y tuve que cumplir mi promesa», explica. «Había visto cosas así en alguna película. He intentado animar a mis compañeros para que cuelguen más pero...». -Las zapatillas han aguantado muy bien todo el año. -Siiií, son Puma, explica, riéndose, Melitón. Otros internautas que han visitado la web de La Voz han asistido al fenómeno en otros países: «Eu os vin nunha viaxe por Centroamérica, en Panamá -escribe María-. Segundo oín, era costume que tras un partido de fútbol (ou se cadra béisbol...) o equipo gañador colgaba as zapatillas de deportes dun cable de tensión para que lles dera sorte no seguinte partido». Claro que en las muchas páginas dedicadas en la Red al shoefiti hay explicaciones menos lúdicas. Una de las más frecuentes es la que sugiere que, en un principio, las zapatillas señalaban lugares en los que se vendía droga, una teoría que, de haber sido cierta alguna vez, ya es demasiado pública como para seguir siéndolo.