Nadie mejor que el siempre sugerente Andrés Sardá para animar una fría mañana de invierno en la que, tras una romántica Alma Aguilar, la firma catalana volvió a impactar con sus sofisticados conjuntos lenceros.
22 feb 2010 . Actualizado a las 16:54 h.Nadie mejor que el siempre sugerente Andrés Sardá para animar una fría mañana de invierno en la que, tras una romántica Alma Aguilar, la firma catalana volvió a impactar con sus sofisticados conjuntos lenceros.
Nuria, la hija del diseñador catalán, comenzó su cita con Cibeles en un universo imaginario, en el que lo que menos llama la atención es el interior y lo más visual son los complementos, ya sean enormes sombreros de copa, orejas de conejo, tocados, ligueros, guantes o el altísimo calzado.
Los corpiños dan cierto aire retro a «Wonderland», la colección de Sardá para la próxima temporada, adornados con vistosos corazones de metal abrochados a la espalda y coronas de princesa, en una paleta de colores que va del visón al morado o marino.
El creador deja para la noche la sofisticación del terciopelo, la organza, el raso, el tul de seda y el encaje en capas, corpiños de lazos y flores pintadas a mano, bustiers de cascabeles y transparentes levitas que provocan silbidos entre los fotógrafos y el público.
Un espectáculo para los sentidos el desfile de Sarda, que contó entre el público con Rossy de Palma y Candela Peña.
Alma Aguilar, primera en la pasarela, impresionó al todavía dormido público presente en la penúltima jornada de Cibeles Madrid con una monumental cornamenta de ciervo en forma de tocado, llevada con gracia y aplomo por la conocida top model Marina Pérez.
La diseñadora madrileña llena de color el oscuro invierno, con confortables prendas de abrigo en paño de lana y alpaca combinadas con texturas brillantes y acolchadas que destacan por su intenso colorido en azul eléctrico, naranja, verde, fucsia y morado.
Aguilar se entrega a los estampados vintage -de archivos originales italianos- en sus tradicionales vestidos de corte romántico, llenos de volantes y drapeados en gasas, aunque también utiliza para estas prendas el negro y el crudo, así como las sedas brocadas.
No obstante, la seña de identidad de Alma Aguilar para la próxima temporada es la piel de pelo, que utiliza en gorros, casquetes, orejeras, cuellos y abrigos, y que confiere cierto aire salvaje y après-ski a toda la colección.
El presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), Modesto Lomba, que ha tenido como espectadora de excepción a la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde -quien no pudo viajar Ceuta al Pleno de la Conferencia Sectorial de Cultura debido al mal tiempo- sigue apostando por las formas geométricas.
El cuello chimenea marca toda la colección, en la que el universo Debota & Lomba se define, una vez más, con líneas arquitectónicas confeccionadas a base de pliegues cosidos por un único punto.
El gris y el negro sirven de base a colores saturados, como el amarillo frío, magenta intenso, verde y azul cobalto, que el diseñador utiliza especialmente en vaporosos vestidos de enormes cuellos que sólo dejan ver los ojos.
Lomba hace del pliegue su mejor aliado, e introduce amplios chaquetones de zorro gris de Saga Royal en los que juega con distintos largos de manga, siempre combinados con altísimos tacones de plataforma.
David Delfín iniciará los desfiles de la tarde, en una quinta jornada de Cibeles en la que tampoco faltarán a la cita con la moda Javier Larraínzar, Sita Murt y TCN.