Las colecciones de la cuarta jornada de la pasarela madrileña van desde la exquisitez de Sita Murt hasta las vistosas propuestas de baño creadas por Dolores Cortés.
19 sep 2011 . Actualizado a las 22:05 h.La de hoy ha sido una de las jornadas más eclécticas de Cibeles Madrid Fashion Week, con colecciones que van desde la exquisitez de Sita Murt hasta las vistosas propuestas de baño creadas por Dolores Cortés, pasando por el siempre sorprendente Carlos Díez.
En la tarde de esta cuarta jornada, Juana Martín ha tratado una vez más de desvincularse del cliché de diseñadora «aflamencada», creando una colección inspirada en los años setenta en la que los volúmenes constituyen la pieza fundamental. Tejidos de punto, gasa, seda e hilo de algodón, con predominio de naranja, tabaco, beige, cyan, blanco y negro en unas prendas en las que ha trabajado la costura, con aplicaciones metálicas tipo Paco Rabanne cosidas a mano. Líneas muy depuradas y femeninas, que marcan la silueta de la mujer, pero sin oprimirla en las propuestas de la cordobesa que ha mostrado algunos diseños, en blanco y negro, pertenecientes a su colección de baño.
Compartiendo desfile, la gallega Sara Coleman recuperó las mallas y marcó la silueta con ligeros vestidos de punto drapeados en un lateral ajustándose al cuerpo de la mujer. Colores neutros y frios mezclados con tonos tostados y pastel en tejidos naturales, que combinan los más rígidos -como el mimbre, en complementos y chalecos a cargo de la artista cestera Idoia Cuesta- con los más livianos -como el punto o el lino-.
Nada mejor para enfrentarse a los actuales momentos difíciles que la contemplación de las junglas imaginarias que pintó el artista francés Henri Rousseau y que ha recreado en los estampados de su colección de baño Dolores Cortés. En un escenario con grandes leones y plantas que trasladaron al público a la selva, la diseñadora catalana apostó por lisos muy especiales, en antelina violeta, verde y rosa, en unas propuestas en las que dominan los estampados con leones y plantas imaginarias. Bikinis con puntillas y volantes, estampados con pequeñas flores y mariquitas, junto a otras con grandes libélulas y algas o flores de aloe vera. Los colores de esta colección son todos los de la selva, con toda la gama de verdes, fresas e incluso algún tono fluor. El violeta pone el toque oscuro.
En fucsias, verdes agua, turquesas y naranjas es la colección de Guillermina Baeza, compuesta también por estampados florales, cuadros madrás y corbateros. Sus propuestas, inspiradas en los años cincuenta, visten a una mujer retro pero sensual que disfruta del dolce farniente en Positano (Italia), el lugar preferido por las sirenas para bañarse. Los tejidos, muy femeninos, son elásticos de telas de algodón, encajes y puntillas doradas y contribuyen a crear una colección de formas suaves y armónicas que acompañan el cuerpo y lo embellecen.
Con el título «Rusia en Cibeles», y en el marco del año dual España-Rusia, 20 diseñadores rusos han dado a conocer sus propuestas y han ofrecido una visión global del momento creativo que vive este país. El desfile, realizado con el apoyo de la Embajada de Rusia y el Centro Ruso de Cultura y Ciencia, ha incluido desde jóvenes creadores a otros ya consolidados. Entre otros nombres, Ekaterina Tkachova mostró una colección basada en un chic elegante; Ekaterina Kurepina presentó «Los secretos del mundo submarino», combinación de diferentes texturas y volúmenes que ayudan a transmitir la belleza del mundo submarino, mientras que Elena Alegina apostó por la combinación de texturas, con predominio de las flores. La veterana Elena Rudavina ha creado una colección en seda natural pintada a mano por la diseñadora, mientras que la piel ha estado presente de la mano de Vera Cherepova. Los diseños de Anna Leskova recrean el reino de los cuentos.
Por la mañana, triunfo del chándal, el pantalón rocky y las sudaderas, en prendas de aire deportivo, atractivas y sofisticadas, como las propuestas por Sita Murt, que mezcla hasta cinco hilos de distintos calibres para conseguir un punto más novedoso.
«Besos de borracha» es el título de la colección de Carlos Diez, que tiene el punto de partida en un beso que le dio una amiga borracha y que le dejo marcada la piel y la camiseta.
Totón Comella, diseñadora de TCN, apuesta por las prendas cómodas y saca las del interior al exterior combinándolas con gracia y gusto, y llega a convertir un modesto chándal en un traje de chaqueta.
Georgiona Cuadros para la firma Martin Lamothe, presentó propuestas masculinas y femeninas con estampados tridimensionales realzados con piezas de cerámicas.
Más pensada para trasnochar y divertirse que para nadar es la colección de baño de Monstse Bassons, mientras que lo más llamativo de las propuestas de María Escoté, que por primera vez presentó una colección para hombre, son los gorros, cuellos y puños de nácar en blanco y negro.