El color de su iris determina qué sombras se deben escoger para cada ocasión
05 jun 2014 . Actualizado a las 12:43 h.Los ojos son, para muchos, el espejo del alma. Elementos tradicionales en el cancionero popular y actual, sirven para adivinar más cosas de las personas si se sabe mirar con atención en el fondo de ellos. Pero, sin duda, el color de los ojos es el foco de toda sabiduría para un desconocido, ya que dejan entrever más información de la que alguien quiere transmitir durante el primer encuentro. Este rasgo poligénico, determinado por el tipo y cantidad de pigmentos presentes en el iris, viene dado por factores genéticos, generando como resultados más comunes y habituales ojos marrones, verdes y azules -en todas sus variedades y tonos-. Aunque para muchos es un rasgo más de la anatomía femenina y masculina, para ellas marca pautas y normas para poder maquillarse. Y es que no es lo mismo tener los ojos avellana que tenerlos aguamarina. Por este motivo la sombra es una de las reinas para el lienzo en el que se convierte la cara cuando ellas se maquillas. Con ellas se busca resaltar la mirada para no hundirlos con tonos que provoquen que los ojos pasen completamente inadvertidos. Por este motivo, la primera clave para dar color a los párpados debe ser conocer qué matices favorecen más según qué tono de ojo queramos pintar.
Ojos marrones
Más de la mitad de la población mundial tienen los ojos marrones. Es el color por antonomasia. Quizás por esta razón, este tipo tiene fama de verdaderos. A pesar de ello, y si quieres lucir una mirada como la de Paz Vega, ya sean marrones oscuros, claros, miel o avellana la clave es usar tonos de sombra que hagan que los ojos resalten y destaquen. Nada de párpados en beige o dorados, la mejor opción son los lilas o los rosas, así como la sombra negra para hacerla lucir intensos durante las noches.
Ojos verdes
Los ojos verdes, con fama de traidores y mentirosos, son menos habituales de lo que parece. Solo un 4 % de la población tienen la fortuna de disfrutar de un iris que cambia, y mucho, en función de la luz que reciban modificándose hasta el extremo, de más oscuro a más claro. Al contrario de lo que sucede con los ojos marrones, en el caso de los verdes, las sombras a juego pueden funcionar siempre que se busque el contraste. Como no se puede abusar de este recurso, los rosas y los marrones, así como el negro para las noches, pueden ser otras opciones perfectas para resaltar este tipo de miradas. Emma Stone es una de las actrices que mayor partido le sabe sacar a sus ojos. Ayudada por su melena pelirroja, las variedades corales también pueden ser una solución para esta gama de iris sobre todo para este verano.
Ojos azules
Sin duda, los ojos azules son los más envidiados, a pesar de que un 30 % de la población tiene el lujo de poseer este tono en sus iris. En diversas tonalidades, los ojos, como los de Blake Lively, van desde los más grisáceos, pasando por claros y marinos hasta llegar a los intensos. Para hacer que este tipo de ojos brillen con luz propia, lo mejor es apostar por el azul. Por ejemplo, el oscuro o el eléctrico provoca el máximo contrastre perfecto para las noches al igual que sucede con los negros y grises. Para el día, lo mejor son tonos claros, como rosas o nudes, así como los violetas para las más arriesgadas. Para el verano, por otro lado, una de las opciones puede ser una mirada azul laguna que se puede conseguir gracias a la nueva paleta Wet & Dry de la colección Colours of Brazil de Clarins. Con cuatro sombras y un delineador azul, las mujeres de ojos azules les pueden sacar el máximo partido a su mirada.