Los labios mates y compactos agonizan a favor de los brillos, que reclaman de nuevo toda la atención. Han dejado de ser horteras
01 dic 2014 . Actualizado a las 13:20 h.Toda moda, cuando se agota, entra en un periodo de decadencia, en un silencioso letargo asociado a estéticas horteras, fuera de contexto, chirriantes incluso. Sucede con el pelo demasiado largo cuando las tendencias apuntan a los cortes medios, con los pantalones de campana cuando los tobillos se asfixian a golpe de pitillos o con los vaqueros de cadera cuando los jeans estiran su tiro hasta cerrarse más arriba del ombligo, abrazando la cintura. Caían del mismo modo los labios carnosamente brillantes, empapados de gloss, en la cara opuesta del elegante mate, compacto, deshidratado y aterciopelado. Pero el último caprichoso volantazo del mundo de la moda ha recuperado el brillo labial, considerado hortera redomado hasta antesdeayer, y lo ha barnizado de una nueva capa de glamur, frescura y elegancia.
Se lleva el gloss. Otra vez. Pero para utilizarlo hay que tener un poco de cabeza. Primera norma: los labios no pueden parecer de plástico. Segunda: los labios no pueden estar saturados de brillo; no, al menos, hasta el punto de resultar irreales. Y tercera: ojo con los colores. Es una opción delicada. Un tono demasiado fucsia, por ejemplo, nos hará parecer una muñeca Barbie; uno demasiado rojo, será extremadamente exagerado, y lo mismo sucede con naranjas o morados intensos.
El gloss experimentará esta temporada una segunda juventud estilizada. Su concepto se replantea con paletas suaves y distinguidas y texturas livianas y muy ligeras. Un buen ejemplo son los nuevos tonos de los labiales NARS que se venden en exclusiva online en El Corte Inglés. Cuatro son sus apuestas cromáticas esta temporada: sorbete de melocotón, higo transparente, frambuesa transparente y rubí transparente.
¿Y cómo se lleva? Karl Lagerfeld lo respaldó sobre la pasarela con rostros pálidos, exentos de maquillajes intensos. Otra manera de lucirlo es al cien por cien natural: en colores muy suaves, casi neutros, y mucha discreción y moderación. También se puede aplicar de base una barra opaca, y sobre ella, el gloss. Las cejas, además, deben llevarse impecables; los estilistas aseguran que cuando los labios concentran toda la atención, la mirada se dirige a continuación hacia el arco de la ceja.