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Y tú de qué eres, ¿de toalla o de albornoz?

La Voz REDACCIÓN

TENDENCIAS

¿Por qué nos decantamos por uno u otro textil al salir de la ducha?

11 dic 2014 . Actualizado a las 13:45 h.

Reconozcámoslo, el mundo se divide entre aquellos que al salir de la ducha, o del baño, deciden usar toalla y aquellos que se decantan por el albornoz. ¿Y de dónde surgen estos dos bandos? Quizás esta sea una de esas preguntas sin respuesta, de las que radican en los misterios de la raza humana y que no tienen ningún tipo de razonamiento posible detrás. Posiblemente, la afiliación a uno u otro grupo sea cuestión de manía personal o de una costumbre heredada porque, al final del día, ambos elementos cumplen una función similar: secarnos. Ya sea por la mañana o por la noche, el modo en que nos secamos es una de las acciones más personales y más propias que existen a lo largo de la jornada. Entonces, ¿qué diferencias existen entre ellos?

Empecemos por la toalla, que es la que tal vez sume más adeptos. Los fans de este elemento explican, no sin razón, que hacer uso de ella es una cuestión de comodidad. La operación se resumiría en terminar la ducha o el baño, tira de ella, envolverse en una, secarse y vestirse. En el caso femenino hay que añadir a la ecuación una segunda: una para el cuerpo, que se suele colocar en modo de vestido de palabra de honor, y otra para el pelo, con la que hace magia y la convierte en un práctico turbante para evitar goteos. Así, con una o dos, no ven necesario una especie de abrigo interior para acompañarlos en la salida del servicio. De esta forma, con estos pasos solo queda saber escoger una apropiada para las necesidades -como las que se pueden encontrar en El Corte Inglés-. Lo que se recomienda es que la del cuerpo sea suave para evitar roces y amplia para que cuando nos enrollemos nos cubra casi enteros, por lo menos justo por encima de las rodillas. Para la del pelo, a no ser que se tenga muy largo, lo habitual es usar las de mano, que son de un tamaño intermedio perfecta para cubrir la cabeza. Lo ideal es tener a mano un juego de toallas para evitar futuros inconvenientes -como la Privium Kedima Multicolor en tonos azules o la Dalini Asheville con estampado de lunares-.

¿Y el albornoz? También cuenta con muchos partidarios. En realidad, todos en alguna ocasión hemos usado uno de estos. Concretamente, cuando somos pequeños casi todos los padres optar por envolver a sus hijos en estas prendas para secarlos al terminar el baño. Es para ellos una cuestión de comodidad ya que no tienen que estar vigilando que no se les caiga la toalla. Además, como funciona como una especie de bata, por el invierno, es su prenda favorita ya que suele evitar mejor los constipados. Aunque esta costumbre se abandona al llegar a la adolescencia, muchos la exportan a su vida adulta y siguen luciendo en sus baños uno de estos textiles -como el Privium Mikado Multicolor o el Dalini Duru Deck Multicolor que se pueden encontrar en El Corte Inglés- para salir de la ducha.

Aunque los fans del albornoz tienen claro que es mucho más cómodo que las toallas, en el caso femenino, ellas no pueden resistirse a tirar de la toalla para el pelo. A pesar de que con el albornoz se libran de los goteos del cabello por la espalda, muchas se decantan también por su particular turbante para para recoger toda la humedad antes de pasarlo por el aire del secador. Para estos casos, la recomendación es hacerse con un juego de toallas y albornoces a juego como el Shell Natural o el Nácar Beige que cuenta con dos unidades de desmaquillaje. Con esto claro, solo hace falta conocer cómo elegir correctamente un albornoz apropiado a las preferencias de cada uno. En este caso, lo importante es dar con la talla correcta: ni demasiado grande ni demasiado pequeño, lo apropiado para que siente bien y sea cómodo.

Aunque unos sean de toalla y otros de albornoz, lo único en que parece que se ponen de acuerdo es en usarlos como elementos decorativos en el baño. Raro es el servicio de una casa que no luce uno de ellos colgando de sus paredes, cumpliendo así doble misión: por un lado decorar y por otro secar. Por esta razón, algunos ponen tanto empeño en encontrar textiles -como los que se pueden encontrar en El Corte Inglés- que combinen con el color de los azulejos o de las alfombras.