
La actriz, de 26 años, se consolidó como una de las triunfadoras de la alfombra rosa de los premios del cine español
03 mar 2015 . Actualizado a las 17:13 h.Fue aparecer Blanca Suárez por la alfombra rosa del Centro de Congresos Príncipe Felipe de Madrid y el universo de la moda y el tuitero lo tuvieron claro. Antes de empezar a repartirse los premios, la joven actriz de 26 años se había alzado, sin mucha competencia, con la medalla de oro a una de las mejor vestidas de la noche. Según recoge la revista Vogue, la intérprete logró antes de dar comienzo a la gala, rayando las diez de la noche, convertirse en trending topic acumulando más de 2.900 tuits con su nombre. Razón no le faltaba a los que seguían desde casa la previa de la fiesta del cine español con el móvil o el portátil en la mano, y dos días después los expertos en la industria de la moda han avalado una decisión sencilla, y poco arriesgada, tanto en el fondo como en la forma.
Y es que Blanca Suárez arriesgó abandonando el color negro por el que había apostado en ediciones anteriores y volviendo a lucir transparencias. Aunque en esta ocasión las cambió de sitio, puesto que el año pasado lo más comentado de su vestido de Elie Saab fue la ropa interior que desvelaba su falda semitransparente. Así, la actriz se plantó ante los periodistas con un diseño de Zuhair Murad de corte princesa que parecía sacado de cualquier alfombra roja de Hollywood. En color morado -uno de los tonos fetiche de esta temporada- y con una falda lisa de tafetán con volumen, todas las miradas se las llevó el cuerpo bordado con pedrería y transparencias de manga larga.
Con el apoyo del público en el bolsillo gracias a la elección del vestido, a Blanca Suárez solo le faltaba dar la última puntada para llevarse todos los flashes. Y lo consiguió. Consciente de que todo el protagonismo se lo iba a llevar su Zuhair Murad, apostó por la ecuación «menos es más» para el resto de sus elecciones. Con esta máxima en mente, la actriz eligió unos pequeños pendientes de aro y un sencillo clutch en tono nácar para completar su estilismo. El toque final lo puso su sencillo moño italiano y su aún más discreto maquillaje. Su clave fue una base natural, unos ojos ahumados con toques púrpuras, casi imperceptibles a simple vista, a juego con su vestido -mezclando un eyeliner como el master smoky de Maybelline y dos sombras: una en negro y otra en un tono morado- y unos labios de color labio, es decir, rosa muy claro -que se podría lograr con un gloss en rosa como el Interdit de Givenchy o una barra como la Soft Sensation de Astor-.

Las que «copiaron» la fórmula de un maquillaje sencillo dándole protagonismo a los ojos ahumados y, sobre todo, al vestido, fueron otras de las grandes triunfadoras de la noche, tanto a la hora de llevarse a casa un Goya como en el momento de desfilar por la alfombra rosa. Barbara Lennie, que se llevo al casa el premio como mejor actriz protagonista por su trabajo en Magical Girl, acaparó miles de miradas a su llegada a la alfombra roja con un sencillo vestido muy recto de satén en color beis con algo de cola que escondía una espectacular espalda de pedrería de Roberto Cavalli. Al igual que Blanca Suárez se la jugó con un sencillo maquillaje y se hizo con otra medalla de oro como una de las más elegantes.

Otra de las triunfadoras de la alfombra roja fue la compostelana Nerea Barros. Con otro maquillaje sencillo -marca de la casa para la gran mayoría de las actrices que no quisieron arriesgar en este apartado y se ciñeron a la tendencia de la temporada, el «no make up» gracias a las BB y CC Creams, como las que se pueden encontrar en El Corte Inglés- y un eyeliner ultraoscuro, la gallega tomó más riesgos al elegir vestido. Pero se salió con la suya. Apostando sobre seguro y jugándosela con un Óscar de la Renta -al igual que hizo Penélope Cruz-, la gallega y mejor actriz revelación oor su papel en La Isla Mínima se enfundó en un vestido en palabra de honor en color gris con un estampado floral bordado y en 3D con unos simples pendientes largos de plata y el pelo recogido.