
¿Cómo conseguir tener un hogar en condiciones sin tener que estar a todas horas durante todos los días limpiando y ordenando?
03 mar 2015 . Actualizado a las 17:13 h.Las tareas de casa son un quebradero de cabeza. A nadie les gusta hacerlas y todo el mundo intenta escaquearse de ellas de una u otra forma. Algunos, incluso, las evitan hasta límites infranqueables olvidándose por completo de donde termina la vagancia y donde empieza la falta de salubridad. Dejando a un margen a estos especímenes que prefieren vivir rodeados de suciedad y malos olores antes que levantar un solo dedo para ponerle fin, existen muchas formas de realizar las labores del hogar sin perder por el camino horas y horas. A pesar de que la gente piense que este tipo de actividades le comen mucho espacio al tiempo libre, sobre todo cuando el estrés del trabajo o de los estudios está al orden del día y los minutos en casa son verdadero oro, con un poco de organización y voluntad se pueden llevar a cabo de forma rápida y eficiente. Solo hace falta ponerse a ello, y dejarse de excusas, sobre todo cuando existen formulas y trucos para hacerlas más llevaderas.
- Hacer listas. Siempre funcionan. Es ponerse a numerar cosas y la vida parece un camino de rosas. Y en el mundo de las tareas del hogar no iba a ser menos. Así que, con estas relaciones, las ordenamos primero en el papel y después en la cabeza evitando que se nos olviden cómo va a ser el trayecto en las actividades. De esta forma, se ahorrará tiempo y paseos innecesarios para buscar no sé qué y enredar por el camino con aquella otra cosa. Y lo mismo con las comidas, un poco de planificación nunca viene mal y la lista de la compra es indispensable para cualquier persona que vaya al supermercado y no quiera llegar a casa con una bolsa inmensa y, sobre todo, innecesaria.
- Programarnos. Si vamos haciendo pequeñas cosas todos los días manteniendo de forma más o menos razonable la limpieza y el resto de tareas, podemos organizarnos con anticipación. Así, podemos poner un día para cocinar para toda la semana y después no tendremos que estar manchando la cocina a diario, otro para hacer la colada, otro para limpiar, otro para mudar la cama, y así no acumularemos en un solo día todas las tareas provocando una vagancia instantánea al ver el montón de cosas que tenemos por delante.
- Repartir tareas. Si no vives solo, es hora de repartirse. No hay otra. El orden y la limpieza no es cosa de uno solo, por mucho que uno se empeñe en intentarlo. Si cada uno pone un poco de su parte, las actividades pueden ser mucho más llevaderas y, sobre todo, menos cansadas ya que serán menos. Da igual que sean adultos o niños, cada uno dentro de sus posibilidades, una mano extra nunca sobra y es bien recibida. Con esta fórmula, se terminará antes y no lo hará uno solo.
- Vivir el día a día. Y limpiar y ordenar al día. Es decir, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Mañana seguirá ahí y se acumularán más cosas. ¿Un ejemplo practico? La loza. Si no contamos con un lavavajillas -que ojo, también hay que poner para que lave y recogerlo cuando termine de lavar-, un día decidimos no fregar los platos de la comida porque no nos apetece, a la noche repetimos porque nos da pereza y al día siguiente repetimos la operación porque 24 horas antes nos ha funcionado. ¿El resultado? Miles de platos, ollas, sartenes, cubiertos o vasos acumulados en el fregadero al tercer día, al cuarto y después de una semana. ¿El consejo? Limpiar y ordenar hoy lo que no tendrás que hacer, el doble o el triple, al día siguiente. Se ganará tiempo. Es cuestión de mentalidad.
- No dejar todo tirado. Un poco siguiendo la linea anterior. Y no lleva mucho tiempo, solo es cuestión de fuerza de voluntad y, sobre todo, de madurez ya que llega un momento en la vida en la que hay que aprender que ya no están ni mamá ni papá para que ellos lo hagan por nosotros. El tema es que llegas a casa después de una larga jornada y no te apetece ponerte a limpiar, normal. Pero no hace falta dejar los zapatos en la cocina, la chaqueta en el pasillo y al levantarte, dejar la cama sin hacer por pura vagancia mezclada con pereza. Un poco de sentido común en el día a día evitará que cuando llegue el día de limpieza estemos doce horas, o más, recogiendo cosas.
- Organizarnos dentro para no desordenar fuera. La clave para que la casa parezca una casa con todas las letras es contar con una buena cantidad de armarios, cajones o estanterías. Así, en esos escondrijos se podrán ocultar todas aquellas cosas que no pueden dejar a la intemperie, lo que vienen siendo las miradas indiscretas de visitantes. Para poder gozar de estos espacios ocultos, hay que tener claro que no se pueden ir metiendo las cosas al azar. Aunque pueda parecer repetitivo, un poco de orden hará espacios y se podrán guardar más cosas. Parece fácil, y lo es.
- E Internet llegó y lo arregló. Si aún con todo lo anterior sigues viendolo crudo, no pasa nada. La tecnología, como en todo ahora mismo, es la solución. Si en el trabajo nos ha librado de actividades complementarias y laboriosas, en casa va camino de lo mismo. Libros y películas llevan años diciendo que algún día nuestro mundo estará multiconectado gracias a artilugios inteligentes que nos hará la vida más fácil. Aunque aún falta mucho para ese momento, la sociedad actual está presenciando los pequeños pasos de bebé del llamado Internet de las cosas, que está empezando a dominar el mundo y a ahorrarnos tiempo. Por ahora, ya se pueden controlar sistemas domóticos para encender las luces, activar la alarma, controlar las cámaras de vídeovigilancia o abrir la puerta del garaje. Otro de los campos que está empezando a despegar son los electrodomésticos wifi e inteligentes que podemos programar desde fuera de casa a través del móvil o de una tableta y seguir ahorrando tiempo en nuestras tareas. ¿Qué vamos a comer a casa? Pues le decimos al horno que se vaya calentando para que cuando lleguemos solo tengamos que meter la comida dentro. O incluso dejar la comida dentro y al llegar poder sentarnos a comer. Y lo mismo sucede con la lavadora, pudiendo programar los ciclos si nos hemos olvidado de ponerla al salir de casa e informando si tiene algún tipo de problema y donde -como con esta Samsung Ecobubble o esta Candy GSF138TWC3/1-. Las neveras también se han subido a este carro, y las ventajas que aporta serán muy beneficiosas cuando no estamos en casa durante periodos prolongados -como este frigorífico combi Candy CF185S Simply Fi con control remoto para la supercongelación, el modo Smart Cool, la seguridad de niños y el uso de energía-. Incluso los aparatos de aire acondicionado han entendido que incorporar wifi podría resultar beneficioso para su futuro -como este Split 1x1 Inverter Daikin Emura II TXG25LW o este Split 1x1 Inverter Daikin Emura II TXG35LW-. Eso sí, mientras esperamos, las tareas no se hacen solas. Por ahora.