
Aunque el tacón alto sigue dominando, muchas han decidido perder centímetros apostando por los «kitten heels»
11 mar 2015 . Actualizado a las 12:54 h.Christian Louboutin aseguró una vez que «los tacones son un doloroso placer». Sin embargo, siguió fabricando zapatos femeninos que ganaban y ganaban altura en la parte de atrás sin ningún tipo de limite más allá de la propia gravedad. Y las mujeres lo asumieron a pies juntillas sin dudarlo. Duele sí, ¿pero y lo bien que quedan al lograr estilizar las piernas? A pesar de este amor incondicional y doloroso, muchas se plantaron y dijeron basta. Empezaron así a multiplicarse durante los últimos años las zapatillas, las bailarinas y los mocasines. No obstante, otra parte del bando femenino no compartía este gusto por caminar a ras de suelo. Entendían ese ánimo de bajarse de los tacones, porque a ellas también les resultaba poco cómodo, pero no el resultado.
Ante esta disyuntiva, los que más saben de moda cayeron en la cuenta de que la solución estaba delante de sus narices: solo hacía falta echar la vista atrás. Concretamente, a los años 50. Fue Valentino hace un par de temporadas el que decidió recurrir al pasado para resolver este debate que dividía a las mujeres. ¿Quién no recuerda a la icónica Audrey Hepburn con sus zapatos que la elevaban ligeramente y elegantemente del suelo sin dolor? Era su calzado estrella. A pesar de que los había tomado prestado de las adolescentes de la época, en muy pocas ocasiones prescindía de ellos para sus actos o eventos.
Y así, medio siglo después regresaron los que algunos decidieron llamar como kitten heels -traducido al castellano como «tacones gatita»- o tacón razonable. Siguiendo el ejemplo de Audrey Hepburn, ellas se bajaron de las alturas pero manteniendo esa necesidad de estilizar que buscaban en los altos tacones. A medio camino entre la locura de algunos tacones y lo plano de las bailarinas, con una altura entre los tres y los seis centímetros lograban el mismo resultado elegante y femenino pero ahorrándose dolores innecesarios. Perdieron altura, pero ganaron comodidad para poder aguantar todo un día subidas a estos tipos de zapatos sin pedir auxilio a mitad de la jornada.
Si Audrey Hepburn nos los trajo del pasado, las it-girls Alexa Chung y Olivia Palermo han sido las encargadas de afianzarlos en el street style que conquistó primero la pasarela y después los armarios de cualquier mujer. Los kitten heels se ganaron de esta forma un hueco al lado del calzado diario, desplazando por momento a bailarinas y mocasines para ir a trabajar, para una tarde con amigas, o una fiesta. Si se pueden lucir tacones a diario, ¿quién le va a decir que no? Con la corriente del tacón razonable ganando adeptas por segundos, las diferentes colecciones han ido incorporándolo a sus diferentes líneas de calzado.
La duda surge clara llegados a este punto. Todas aquellas que aún no se han bajado de las alturas o aquellas que lo han hecho de forma radical, la inminente llegada de la primavera es la excusa perfecta para avituallarse de cara a los próximos meses. Y lo tiene fácil. Si el kitten heels es el tacón con el que se tienen hacer, ya sea en zapato cerrado o en sandalia, solo tienen que solucionar ahora el color. Y a estas altura del año, los expertos se dividen entre dos corrientes para responder a esta pregunta.
Por un lado, están los que, como cada temporada, apuestan sin dudarlo por los zapatos en tonos naturales. Con la llegada de la primavera y el buen tiempo, los tonos claros reclaman su sitio después de que los negros les ganaran la batalla en invierno. Para este año, los colores parecen caminar entre las variedades más claras junto con el topo y el camel. Juntando ambas tendencias, el resultado es jugársela sobre seguro sobre unos salones de punta redonda de Latouche -que pueden ser de 6,5 en natural, de 5 en topo, o de 2,5 también en topo-, o unos salones más afilados de Sfera en natural, o por un zapato más abierto con puntera afilada y tira de pulsera en el tobillo con cierre de hebilla de Zendra Basic.

Sin embargo, lo natural no termina de convencer a todos. Y es que la tendencia metalizada, ya sea la plateada o la dorada, gana muchos adeptos de cara, sobre todo, a las noches estivales. Aunque la falta de luz nos puede confundir, nada más lejos de lo recomendando. Siguiendo con los kitten heels por bandera, los Peep toes de Latouche en dorado están en el límite de lo razonable con sus 7,5 centímetros. Otra opción jugandósela con el brilli-brilli puede ser unas sandalias como estas de Gloria Ortiz en color platino con un tacón que llega a los 10 centímetros, que se ven reducido con una plataforma interna de 2.

Y es que, después de años de vender otra idea completamente diferente, en la actualidad el tacón razonable y las tendencias, ya sean las más conservadoras y diarias como el natural y las más arriesgadas como la metalizada, van de mano.
* Todos los zapatos citados se pueden encontrar en El Corte Inglés