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Siete razones por las que la primavera es la mejor estación del año

La Voz REDACCIÓN

TENDENCIAS

ALAA BADARNEH | EFE

El buen tiempo, los productos de temporada y un nuevo armario son los argumentos que usan los partidarios de esta época del año para darle la medalla de oro

20 mar 2015 . Actualizado a las 18:29 h.

La primavera tiene algo especial. Es, sin lugar a dudas, la luz al final del túnel. Y es que después de 88 días y 23 horas de mal tiempo en forma de lluvia, frío, cielos grises, nieve y viento, la llegada de la segunda estación del año se agradece. Aunque puede parecer una tontería, nada más lejos de la realidad: las horas de luz empiezan a ganarle la partida a las de noche, el azul comienza a imponerse en el firmamento, la lluvia inicia una tregua temporal -aunque ya se sabe que «en abril, aguas mil»- y las flores comienza a inundar paisajes, parques y calles. Y así, con todos estos cambios tocando ya insistentemente a la puerta, llega la gran duda: ¿por qué la primavera es una de las estaciones favoritas de casi todo el mundo -menos, quizás, los alérgicos-?

Sinónimo de vacaciones

La Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Y con ella, las primaveras vacaciones del año para todos aquellos afortunados que tengan una semana de días libres. Para los que no, podrán disfrutar de los primeros ocho días de paz en la ciudad.

Porque sabemos que la primavera es la antesala del verano, con todo lo que ello significa. Es decir, la llegada del buen tiempo y las vacaciones.

Se ganan horas de luz

Uno ya se puede levantar por las mañanas -a los que les toque madrugar- acompañado por la luz solar natural. Se terminan las luces amarillentas para despertarse. Y se lleva mejor.

Y ya se puede volver a casa y que siga siendo de día. ¿Por qué a quién le gusta que a las cinco de las tarde ya sea casi de noche?

Vuelve el buen tiempo

Con el inicio de la primavera, arranca también la temida etapa del entretiempo. Esta fase del año del año es fácil de distinguir ya que es cuando por la calle te cruzas a alguien con una bufanda al cuello y a otro en chanclas. Quizás no tan radical. Pero pasa.

Y se da un lavado de cara al armario

Por que sí, con la primavera llega el cambio del armario y el ser humano se abalanza a por la ropa de nueva colección -como la de la de Yera para El Corte Inglés-. Y así, el abrigo queda marginado en el fondo del armario hasta nuevo aviso y regresan las gabardinas -o trench- y los blazer, y si son en tonos beises o marrones se acogerán con mejor ánimo.

Camiseta con  jareta, falda con ojales laterales fucsia,  trench beige con cierre de botones, todo de Yera
Camiseta con jareta, falda con ojales laterales fucsia, trench beige con cierre de botones, todo de Yera

Los jerséis pierden gordura, para soportar los conatos de calor de los días de sol, y ganan en color -como este de manga larga y cuello caja en color verde con detalle de punto lurex-. Lejos quedan los negros y grises, y se personan tonos más vivos y típicamente primaverales como los verdes o los blancos.

Blusa de cuello camisero con calados con jersey verde con detalle de punto lurex, todo de  Yera.
Blusa de cuello camisero con calados con jersey verde con detalle de punto lurex, todo de Yera.

Los vestidos comienzan a multiplicarse por las calles porque las mujeres desplazan los pantalones hasta nuevo aviso -a no ser que sean cortos-. Eso sí, con exigencias: vaporosos, de manga francesa o corta, muy coloridos y estampados -como este en color verde con estampado a contraste y corte a la cintura con pliegues en la falda-.

Vestido corto verde con estampado a contraste,  de Yera
Vestido corto verde con estampado a contraste, de Yera

Y los vestidos no llegan solos, puesto que las faldas vienen de su mano para empezar a poner morenas -aunque por ahora irán con medias- esas piernas pálidas por los efectos del invierno. Este año, mejor de corte recto, o con botones centrales, o midi. 

Tampoco no nos podemos olvidar de las blusas y las camisas, el nuevo mejor amigo de todo armario, sobre todo del femenino. Ya se podrán llevar sin jersey o chaqueta encima. Por esta razón, se multiplican los estampados y los tonos -ya sean en morado sobre mostaza o de camel sobre blanco-, regresando el color blanco por encima de todas las cosas -como esta de manga corta y cuello camisero-.

Blusa de cuello camisero, falda recta en marrón camel, todo de Yera
Blusa de cuello camisero, falda recta en marrón camel, todo de Yera

Aparecen las flores

Las flores con sus aromas y colores empiezan inundar casas, calles y lugares de trabajo. Por algo la primavera es la estación de las flores.

Pero todo tiene una pega: se cambian los resfriados por la alergia. Quizás sea lo peor de la primavera con sus estornudos constantes y sus ojos hinchados. Aunque todo tiene su encanto. O no.

Y las frutas de temporada

Y verduras. Tomemos nota porque vienen curvas. Que si fresas, que si pepinos, que si tomates... todo fresco para ir dejando progresivamente esos platos de cuchara que nos han hecho compañía durante los últimos meses.

Y los nuevos planes

Se abandonan, por fin, los planes de peli y manta o de cine y palomitas. Se elimina de la ecuación del tiempo libre las actividades encerrados en cuatro paredes. Por fin se puede salir a la calle sin peligro de llegar a casa empapado, muerto de frío o tras sufrir el arrebato del viento. Y así, se empiezan a multiplicar, con todo lo que ello significa, los planes al aire libre. Sí, vuelven -poco a poco- las terrazas.

Y también regresa la música. Con la llegada de marzo y abril comienzan las cuentas atrás para los festivales que comienzan a inundar sábados, domingos y festivos. Y así hasta septiembre.

* Todas las prendas citadas arriba forman parte de la nueva colección de primavera de Yera, que se puede encontrar en El Corte Inglés