Las estrellas son blanco de centenares de objetivos de fotógrafos y cámaras de televisión en los 24 escalones que llevan al Palacio de Festivales en el mundialmente famoso bulevar de la Croisette
23 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las estrellas apuestan por los vestidos largos, las transparencias y los colores blanco y negro cuando tienen que desfilar por la alfombra roja de Cannes, un estilo clásico y «cada vez más estandarizado». «Cannes no es un festival de moda», explicó Nathalie Rozborski, consultora de moda y de belleza en la oficina de tendencias Nelly Rodi. A pesar de ello, en los 24 escalones que llevan al Palacio de Festivales en el mundialmente famoso bulevar de la Croisette, cubiertos por 60 metros de alfombra roja que se cambia tres veces al día, las estrellas son blanco de centenares de objetivos de fotógrafos y cámaras de televisión.
Las estrellas siguen considerando los vestidos largos de cola como un valor seguro. La australiana Cate Blanchett lo lució negro y de Armani Privé, la sudafricana Charlize Theron amarillo de Dior y la británica Rachel Weisz verde esmeralda de Prada.
Como el negro, el blanco está también muy presente, a veces con un aire de vestido de novia, como el romántico modelo de Rochas de la actriz estadounidense Rooney Mara, el de encaje de Dior de su compatriota Emma Stone, o el de Marchesa con apliques florales de la china Fan Bingbing. También llevaban vestidos inmaculados las actrices francesas Leila Bekhti (Giambattista Valli) y Cécile Cassel, quien optó por Alexandre Vauthier, un recién llegado a la alta costura parisina que también fue el elegido de Sophie Marceau, cuyo vestido cruzado de satén y seda se abrió inesperadamente, mostrando su ropa interior de color carne.
Las telas transparentes tuvieron mucho éxito, en particular entre las latinas, Eva Longoria y la transexual francobrasileña Stella Rocha. Ésta optó por una versión más osada de color negro que no escondía prácticamente nada. El voluminoso vestido de plumas de Elie Saab que lució la actriz de Bollywood Sonam Kapoor también dio lugar a numerosos comentarios.
Con la excepción de la actriz australiana Melissa George, que lució un pantalón corto de Schiaparelli debajo de un abrigo largo abierto a juego, el vestido largo sigue siendo la norma. «Se está volviendo cada vez más estandarizado», estimó Elise Bonaventura, fundadora de la agencia Kilt, especializada en comunicación sobre moda, quien comparó Cannes con la ceremonia de entrega de los premios Óscar o de los Globos de Oro.
Muchas actrices son embajadoras de grandes marcas, por lo cual, «siempre reaparecen los mismos nombres», lamentó. «Se ven cosas más interesantes durante el photocall», la tradicional sesión de fotos de los equipos de las películas, agrega. «Hay más audacia», destaca, citando el vestido de Rodarte con la parte trasera transparente de Natalie Portman.
Este año las escalinatas de Cannes se han visto envueltas en la polémica por impedir el acceso a la alfombra roja a mujeres que llevaban zapatos bajos, pese a que las reglas de Cannes, que exigen esmoquin y vestido de gala, no hablan para nada de tacones. El director artístico del festival Thierry Fremaux se vio obligado a pedir disculpas y achacó esta prohibición a «un exceso de celo» de algunos guardias de seguridad. En este contexto, Inès de la Fressange, que encarna la distinción parisina, pisó la alfombra roja con unas finas sandalias doradas totalmente planas.