Pretemporada, segunda parte

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

M. MARRAS

El míster del Dépor analiza su exigente plan físico para la plantilla en el tramo decisivo de la Liga

25 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Estoy trabajando con ellos como si los hubiera cogido en agosto». Cuando llegó al Dépor, Fernando Vázquez puso en marcha un plan de entrenamiento basado en cuatro aspectos que considera fundamentales: «El técnico, el táctico, el mental y el físico». Este último, se le está atragantando a algunos jugadores. El pasado jueves, Manuel Pablo desvelaba que hay compañeros que protestan por la intensidad de unas sesiones de trabajo que el capitán considera «normales para una pretemporada», aunque «a estas alturas del año no te las esperas».

Sin embargo, el míster de Castrofeito ha extremado sus exigencias con una idea en mente: «Cuando un equipo está en esta situación, cualquier detalle suma, un punto menos de peso graso, por ejemplo, puede ser un centímetro más en un salto o unas décimas de segundo decisivas para no cometer penalti cuando el defensa mete la pierna».

El técnico, gran aficionado a la práctica del deporte, defiende el ambicioso sistema de preparación y asegura contar con la complicidad de la plantilla. «Estoy muy contento con la implicación de todo el mundo. Puede haber alguno que se queje de forma puntual, pero están comprometidos y cumplen con lo que les pido. Eso es fundamental, porque si no lo hacen de buen grado, el plan no da resultados».

Controles constantes

Para comprobar si los resultados son los apetecidos, Vázquez ha establecido una serie de exhaustivos controles. Manuel Pablo se refería a los de peso y pliegues de grasa, asegurando que «antes los teníamos cada dos o tres meses, pero ahora son cada dos semanas». Y las mediciones no se quedan ahí. La semana pasada, el preparador físico, Manuel Pombo, dirigió un test de resistencia intermitente, en el que el capitán, Juan Domínguez y Bergantiños fueron los mejores.

También hubo una prueba de potencia de salto y el cuerpo técnico tenía preparada otra de velocidad, pero no pudo hacerse por culpa del mal tiempo, como explica el entrenador: «Necesitábamos utilizar unas células fotoeléctricas, pero no se pueden usar con la lluvia, así que probablemente lo haremos el lunes (hoy)». Además, la plantilla se someterá a nuevos exámenes el próximo viernes, antes del trascendental encuentro de Mallorca.

Dietas supervisadas

El control llegará al final de la segunda semana de un parón liguero que el míster está exprimiendo. Aunque ya anuncia que levantará un poco el pie en los próximos días: «Los entrenamientos no serán menos intensos pero sí más cortos, para ir recuperando».

Antes, los jugadores se habrán sometido a las tentaciones de un fin de semana de descanso, pero ahí también están controlados. «Desde el principio se les dieron unas pautas sobre la comida, con lo que pueden tomar y lo que no -apunta el míster-, y ellos las están cumpliendo». Los fritos, por ejemplo, son tabú. Pombo y el doctor Moncho Barral detallaron las instrucciones y responden cualquier duda de los futbolistas.

El técnico blanquiazul reconoce que el mayor riesgo ante tanta exigencia física son las lesiones. «Pero ese aspecto también lo tenemos controlado», asegura. Para él todo esto no es nada nuevo. Vázquez ha seguido siempre el mismo método para la puesta a punto de sus equipos y alguno como Camuñas ya lo había experimentado cuando coincidió con él en el Rayo. La novedad está en la premura de los plazos. «No sé si llegaré a tiempo», confiesa el de Castrofeito para quien «la llave está en la intensidad y la concentración. Cualquier detalle suma».