El jugador del Betis, próximo rival del Dépor, pasó de puntillas por el club blanquiazul y sus extécnicos hablan de un delantero feroz e introvertido
26 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Detrás de Rubén Castro (Las Palmas, 1981) había un goleador. Descubierto por Fernando Vázquez en Las Palmas, llegó al Dépor en el 2004 y se fue e el 2010 al Betis, próximo rival deportivista (lunes, 22.00 horas, Cuatro), justo cuando Riazor comenzó a echarlo de menos. Hasta entonces ni su rango de internacional sub-21, ni sus goles en media docena de equipos de Segunda habían llamado la atención. Primero se lo merendaron entre Tristán, Luque y Pandiani, y tampoco desbancó a Riki, Arizmendi, Taborda o Adrián. Nadie en el Dépor supo descifrar el jeroglífico de un futbolista serio y reconcentrado, tan diferente a otros canarios del club, pero que escondía a un letal francotirador del área. Este es el retrato que le hacen cuatro de sus exentrenadores.
Explosión
Fernando Vázquez: «No entiendo muy bien la razón por la que le dejaron marchar»
Hace solo unos días, en declaraciones a Radio Marca Sevilla, Fernando Vázquez dio voz a la pregunta que todo el deportivismo se hizo tras el 2-3 de la primera vuelta. Castro marcó los dos primeros goles. «Lo hice debutar en Las Palmas y conmigo jugaba con frecuencia. Ahora está dando un gran rendimiento, aunque en realidad siempre ha hecho goles, excepto en A Coruña. No entiendo muy bien la razón por la que le dejaron marchar», dijo. En el Betis marcó 27 el año del ascenso y 16 la pasada campaña, los mismos que lleva en esta, a dos de Negredo en la pugna por el pichichi español.
Carácter
Luis César: «Te pasabas semanas sin oírle, pero en los entrenamientos era un espectáculo»
Luis César lo dirigió en el Nàstic en Primera División. «Siempre entrenaba bien, entre los siete u ocho que mejor, pero callado. No era el típico futbolista canario. Te pasabas semanas sin escuchar su voz, pero verle rematar en los entrenamientos era un espectáculo. Era un profesional, hacía su trabajo y no había nada que reprocharle, ni recordarle nada. Iba a lo suyo, a entrenarse bien», recuerda el técnico gallego.
Evolución
Luci: «Le tocó un Dépor de transición y tuvimos que tomar medidas importantes»
Luci, ayudante de Caparrós en el Dépor 2005-07, recuerda a Rubén Castro como un chico de carácter «introvertido. Él y Momo siempre iban juntos, incluso a las cesiones. Eran jóvenes y, aunque tenían a Valerón y a Manuel Pablo, ha crecido poco a poco, pero ha salido adelante», explica antes de añadir: «También le tocó un Dépor de transición, era el cambio del Superdépor al actual y tuvimos que tomar medidas importantes. No es el mismo que tuvimos en A Coruña. Con la edad que tenía con nosotros le dimos oportunidades y lo bueno que tiene ahora es que no le ha pasado el humo por delante. Se ha subido al tren y ha evolucionado».
Cualidades
Ribera: «Arrepentirme no es la palabra, pero en el día a día sí que pedía más oportunidades»
El exdeportivista Ribera, mano derecha de Lotina cuatro temporadas, sí que reconoce al Rubén Castro actual. «No me está sorprendiendo, porque siempre pensé que tenía ese fútbol dentro», asegura. ¿Se arrepiente de no haberlo alineado más? «Arrepentirme no es la palabra, pero en el trabajo del día a día sí que pedía más oportunidades, pero tomamos todas las decisiones pensando en el bien del equipo. Jugábamos con un delantero que era más de las características de Riki o de Xisco. Rubén como referencia no tenía esas características», señala.