Montar una buena estructura de cantera va más allá de organizar autobuses para recoger niños, llevarlos a entrenar y después de vuelta a sus casas. Las pautas para el fútbol base van a condicionar a largo plazo la filosofía de un club y por ahí es por donde hay que empezar.
Lo primero es definir a qué vamos a jugar, pero no este año o el siguiente. Optar por un modelo u otro es importantísimo y va a marcar el futuro: determinará el tipo de chavales que necesito, qué técnicos serán los más adecuados para mis categorías inferiores y hasta qué entrenador será el idóneo para mi primer equipo. Algo fácil de ver en clubes como el Barça, en el que no se concibe un entrenador que no defienda una determinada propuesta de juego y los jugadores que salen de la cantera tienen unas características muy similares dependiendo el puesto que ocupen.
Por eso el trabajo de cantera que ahora empiece el Dépor no dará fruto hasta dentro de unos años -distinto es saber si los chavales con los que ya cuenta son válidos para ayudar ahora mismo-. El fin último del trabajo con la base es sacar gente para tu primer equipo, entonces tendrás que decirle a quienes trabajen en esas categorías inferiores por qué modelo vas a apostar. Perfilar las características de los futbolistas que quieres y cuál es la progresión que esperas en cada etapa. No solo de cara al entrenamiento, sino también de la captación.
Un ejemplo: si mi filosofía va a ser la del juego directo, tendré que orientar la captación y la formación a buscar delanteros de poderío físico a los que pueda sacar rendimiento en el juego de espaldas a portería y que entiendan que van a tener que sacrificarse mucho en el campo. Entrenarlos con eso en la cabeza año tras año. No pensar «me ha salido un chico bueno», sino «qué tipo de chico quiero que me salga». De qué me vale un delantero de 1,60 si yo pretendo que me baje balones.
Cuando trabajé en Las Palmas, la cantera producía sobre todo chicos talentosos de medio del campo hacia delante. Con muy buena técnica para mover la pelota. Era mucho más difícil sacar jugadores de corte defensivo. Bueno, pues te nutres de lo que produces y el resto lo completas con fichajes.
En el Rayo las cosas no estaban tan claras cuando llegué. Y lo que hicimos fue empezar definiendo la filosofía. Ahora todos los equipos del Rayo saben a qué tienen que jugar. Saben qué se busca en cada puesto y cuál es la progresión necesaria en cada año. Voy a ver a los benjamines y sé qué es lo que se les está enseñando y con qué objetivo. Y se ha trazado una política que marcará al club para el futuro. Quienes vengan deberán mantener la propuesta, porque si no lo que has trabajado no sirve de nada y necesitas empezar otra vez de cero.
Establece primero esa filosofía para no dar palos de ciego. Sacar jugadores por sacarlos no da ningún beneficio. Al chaval hay que formarlo según unos valores con los que se pueda identificar, conseguir que además de tener aptitudes sepa aguantar la presión, sea una persona con la cabeza en su sitio... Si no, estás tirando dinero (porque montar una buena cantera requiere una importante inversión) y la apuesta no tendrá sentido.