Hace una semana eran 16 y hoy 27 los jugadores a las órdenes de Fernando Vázquez. El salto numérico ha multiplicado las posibilidades en los entrenamientos, pero también deparó el miércoles una curiosa situación. El míster trabaja ciertos aspectos por parejas y durante el amistoso ante el Lemos fue introduciendo cambios que le permitieran mantener esa estructura. Pero el pico de las tres docenas de futbolistas es un central que convierte en impares (siete) los ocupantes del eje de la zaga. Así que uno tuvo que quedarse sin jugar.
El elegido fue Zé Castro, que busca nuevo destino, pero si no hay entradas ni salidas es muy probable que mañana le toque la china a otro ante el Vilalbés.
Entre los que deberían llegar, el club busca un zurdo. Tras el intento fallido de traer a Isma López (el del Athletic irá al Sporting de Gijón), Ayoze es el único hombre de banda izquierda entre los del primer equipo. Al lateral podría sumársele Bicho si el juvenil logra convencer al míster durante le pretemporada, pero contra el Lemos les tocó a Manuel Pablo y Bruno Gama actuar a orilla cambiada (nada nuevo para el portugués).
Por último, la goleada dejó contento al entrenador, pero no le permitió poner apenas en práctica la defensa individual que había ordenado hacer en todo el campo. Tras un inicio prometedor, el rival se vino abajo y apenas consiguió encadenar dos pases. Vázquez tendrá que esperar para comprobar el resultado de su apuesta.