Los coruñeses acusan problemas en la presión, la falta de Culio y la crisis de sus jugadores creativos
28 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El Dépor encajó la cuarta derrota tras un paupérrimo partido. Una vez más, le faltaron ideas en ataque, donde ni siquiera le hizo cosquillas al Tenerife. Los problemas se multiplican cuando la Liga ha consumido su primer cuarto y los coruñeses siguen en busca de estilo propio. Eso sí, tras los resultados de ayer se mantiene entre los seis primeros clasificados. Estos son sus principales problemas.
Solidaridad
Sin presión no hay recuperación del balón
El Dépor dejó de ser el bloque más serio y riguroso de Segunda. Sorprendentemente desordenado, la presión a la que somete a sus rivales no ejerció ningún efecto sobre el Tenerife, que apenas perdió balones y pudo terminar la mayor parte de sus jugadas. Así, los coruñeses no jugaron al contragolpe y se vieron obligados a montar sus ataques desde la defensa.
Liderazgo
La alarmante crisis de identidad de Juan Domínguez
El canterano parece la principal víctima del último cambio de sistema. Como si su nueva posición, un poco más adelantada que la habitual del mediocentro (donde ahora juega únicamente Wilk), le hubiera trastocado, Domínguez ya no imprime su seña de identidad sobre el fútbol deportivista. El balón apenas pasa por él.
Profundidad
El juego por las bandas como recurso
Una de las virtudes del 4-1-4-1 es el juego por bandas. Así, en el centro del campo Juan Domínguez y Juan Carlos se encargaban de la faceta creativa, con Wilk como escudero, mientras Bicho y Rudy entraban por las bandas. El plan no funcionó, el Dépor solo jugó por el centro y volvió a cambiar el sistema para abrir el campo con los laterales. Pero entre las cualidades de estos no figura la facilidad para el centro. Antonio Núñez no entró hasta ocho minutos del final.
Gol
Cuando no remata Borja se vuelve intrascendente
Con cinco goles en once jornadas, el delantero madrileño pasó completamente desapercibido en Tenerife. Ni siquiera remató a portería. Lo cierto es que no le llegaron pases, pero él mismo tampoco se supo generar ocasiones con las que llevar peligro a la portería rival. La aparición de Luis Fernández no mejoró su rendimiento.
Oportunidades
Sin sustituto para el juego y el carácter de Culio
La segunda ausencia liguera del argentino se saldó con una nueva derrota. Tampoco había jugado contra el Córdoba en Riazor, cuando Fernando Vázquez primero optó por Juan Domínguez como mediapunta y al final había dado entrada a Juan Carlos y a Bicho, quienes en Tenerife ya jugaron desde el principio. Ninguno de ellos hizo olvidar a Culio, ni por sus goles (decisivo en las dos últimas jornadas, cuando marcó dos goles que valieron cuatro puntos) ni por su irreductible carácter.