Lemos se da prisa en volver

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Tras cuatro meses lesionado, ya pisa el césped y apura su recuperación

21 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Un lunes 22 de julio, Álvaro Lemos dejó con diez al Dépor y se retiró cojeando del partido amistoso frente al Barbadás. Al día siguiente saltaba otra vez al campo con el readaptador, resentido de lo que parecía una contusión en el gemelo. Poco duró el extremo sobre el césped de A Pinguela. A la media hora, caía al suelo agarrándose la rodilla entre gestos de dolor. «¿No escuchaste el chasquido?», le preguntaba a su amigo Romay, que contemplaba la escena a unos metros, visiblemente asustado.

El cuerpo médico actuó de inmediato y el chaval parecía ya recuperado de camino al hotel de concentración. De allí salió esa noche para someterse a pruebas en A Coruña. Iba tranquilo. Animado. Nada que ver con el aspecto del día siguiente, cuando regresó a por sus pertenencias. Ya sabía entonces que lo suyo era una lesión grave: «rotura parcial del ligamento cruzado de la rodilla derecha», había anunciado en su cuenta de Twitter.

Desde entonces han pasado cuatro meses. 16 semanas. Y la que empezó este lunes ha sido especial. Anticipada por ese puño en alto, con el índice y el pulgar en forma de L, que había mostrado Luis Fernández después de marcarle al Mallorca. Dedicatoria destinada al palco, donde Lemos respondió levantándose y alzando los brazos. La señal convenida, según explicó después el de Villestro (Santiago) en Onda Cero. Allí contó también que su rodilla «va funcionando perfectamente».

En marzo, listo para jugar

Tanto que ya ha iniciado el trabajo de campo. Nueva fase en el proceso después de los ejercicios de camilla y los de gimnasio. Las carreras sobre el césped seguirán hasta el parón navideño y a su regreso es probable que el futbolista pueda por fin empezar a integrarse en la dinámica de grupo. Será en las pruebas de menor riesgo; en las que no haya opciones de recibir golpes.

El resto de etapas las citó ayer Fernando Vázquez en sala de prensa: en febrero debería estar entrenando con normalidad con el resto del grupo y en marzo podría empezar a disputar partidos.

Una progresión algo superior a la media, favorecida tanto por la edad del jugador (20 años) como por su entusiasmo al ejercitarse. Unas ganas que los médicos intentan contener por temor a las recaídas. La plastia de tendón rotuliano que se colocó en la zona afectada podría romperse y el problema entonces sería aún más grave que el actual.

Precauciones aparte, no hay mejor síntoma de recuperación que la satisfacción del míster, los médicos y el propio futbolista. Motivos de celebración a un solo día de alcanzar la marca que señala la mitad de camino entre aquel fatídico 22 de julio en A Pinguela y el ansiado momento en que Lemos le devuelva a Luis su homenaje en Riazor.

Núñez, casi un mes fuera

No todo son buenas noticias en la enfermería. Antonio Núñez podría no volver a jugar con el Deportivo. Vázquez desveló ayer que el período de baja del extremo podría ser de un mes, con lo que difícilmente estará disponible antes de que en enero finalice su particular contrato. «Creo que tiene más posibilidades de continuar que de no continuar, aunque no sé el porcentaje. Estoy contento por su actitud y comportamiento porque es un chaval sensacional, que tiene una actitud impresionante para entrenar, pero su rendimiento no lo vimos», destacó el míster.