El Deportivo sobrevive al arrebato del Hércules y gana con gol de Toché

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El equipo coruñés comenzó ganando con autoridad, se vino abajo y sufrió la expulsión de Luisinho, pero acabó ganando en una jugada de fe

03 mar 2014 . Actualizado a las 01:35 h.

En un partido de opuestos radicales, el Deportivo acabó ganando cuando lo veía todo perdido, a pesar marcar dos goles en los primeros 20 minutos. El Hércules, transformado en lobo después de ser cordero en el primer tiempo, igualó la diferencia y tuvo ocasiones de sobra para remontar ante un Dépor con 10 por la infantil expulsión de Luisinho. Sin embargo, una jugada de fe entre Juan Domínguez y Seoane acabó en un gol salvador de Toché y dio el triunfo in extremis y casi inesperado para un Deportivo que fue algo muy parecido a lo que su entrenador y su afición quieren en el primer acto, pero que se descompuso de muy mala manera en el segundo y puede dar gracias a los dioses del fútbol por haber sobrevivido y sacar tres puntos que pueden valer mucho al final de temporada.

Lleva semanas Fernando Vázquez buscando los engranajes de un nuevo Deportivo en casa, que deje de perder puntos en Riazor y que sea más atrevido con la pelota. En ese contexto sorprendió que volviese el proscrito Juan Carlos, desplazado por los fichajes y por la veteranía de otros miembros de la plantilla. Pero la asociación del canterano con Rabello, que recuperó la titularidad porque Vázquez espera mucho de él, dio momentos del fútbol que se espera de un candidato a ser campeón en Segunda. El Deportivo fue muy superior a un Hércules sin respuesta y pudo zanjar el partido en el primer acto, algo que echó de menos cuando la cosa se invirtió tras el descanso y el equipo alicantino pasó por encima del Dépor.

El partido se puso de cara a los dos minutos cuando Juan Carlos, arrancando como teórico extremo derecho, filtró un pase preciso a Toché, que definió como los ángeles. A los 20 minutos, Rabello detuvo el tiempo en la media punta, amagó para un lado, esperó el corrimiento de placas en la defensa del Hércules y encontró a Juan Carlos. El coruñés batió a Falcón como si de un ariete se tratase. 2-0 con el balón en juego y tocando, con dos mediapuntas entendiéndose en las figuras de Rabello y de Juan Carlos. Ni siquiera la temprana lesión de Salomão, trastabillado en una acción con Peña, alteró el biotipo de un partido cómodo.

El Hércules había amenazado con tres llegadas por bandas en los tres primeros minutos, queriendo explotar el recorrido de David Ferreiro y la teórica debilidad de la línea de tres jugones formada por Salomão, Rabello y Juan Carlos. Sissoko relevó al portugués tras su lesión de rodilla, y el Dépor ganó incluso más equilibrio para mantener la ventaja. Una ventaja que pudo ser mayor cuando Toché no llegó a un pase de Rabello dentro del área y para empujarla. No hubo mucho más balance pero tampoco nada que sufrir cerca de Lux, que apenas tuvo que parar un tiro forzado de Assulin cuando terminaba el primer tiempo.

El argentino regresaba tras lesión y todo parecía una fiesta en Riazor, que veía a su equipo mandar con la pelota, y ganar con comodidad. Todo se desmoronó en el segundo tiempo. dos simples cambios alteraron al Hércules y el desarrollo del partido. Entró Portillo para jugar al lado de Azkorra y Sissoko (el del Hércules) le buscó las cosquillas a la banda de Manuel Pablo. Se desmoronó el Dépor ante un rival que fue mucho más intenso y se metió de lleno cuando Portillo redujo distancias. Fue en una falta indirecta desde 25 metros y escorada, con un disparo raso y pegado al palo al que tardó en reaccionar Lux. Poco después, Luisinho protestaba al juez de línea una jugada con David Ferreiro y veía la roja directa.

Riazor tembló por la incertidumbre del resultado y más cuando Sissoko aprovechaba un centro del ourensano Ferreiro y un mal ajuste de la zaga del Dépor para batir a Lux. El 2-2 llegaba después de unas claras manos del Hércules tras tiro de Sissoko (el blanquiazul), y después del cambio táctico de Vázquez para cerrar con tres centrales. Durante muchos minutos, el empate pareció hasta un buen resultado para el Dépor, porque el Hércules olió la sangre y se lanzó con todo. Yuste cabeceó al palo tras un córner y Ortiz rozó otra madera con su disparo. La ocasión más clara la frustró el propio Hércules: Portillo remató dentro del área con todo a favor y su compañero Azkorra puso el trasero y se interpuso en el gol cantado.

Sobrevivía el Dépor en la tormenta del Hércules. Entraron Wilk y Seoane para tapar agujeros y dar aire a un equipo sin la pelota y muy desajustado tras la expulsión de Luisinho. Pero entonces surgió la luz de Juan Domínguez para iniciar desde el centro del campo y apoyarse en una subida con mucha fe de Seoane por la banda derecha. El ourensano apuró línea de fondo, templó el centro y Toché se anticipó a los centrales para cabecear a bocajarro. Riazor estalló con el júbilo propio de quien lo veía casi todo perdido y encuentra la salvación en el último instante. El murciano, que ya acumula 4 tantos desde su llegada en enero, da tres puntos de oro que permiten al Dépor acabar la jornada líder con el sorprendente Eibar.

3 - Deportivo: Lux; Manuel Pablo, Lopo, Insua, Luisinho; Álex Bergantiños, Juan Domínguez; Juan Carlos (Wilk, min.59), Salomao (Ibrahim Sissoko, min.8. Seoane, min.68), Rabello; y Toché.

2 - Hércules: Falcón; Juanma Ortiz, Pamarot, Echaide (Héctor Font, min.88), Peña; Héctor Yuste, Abdoulwahid Sissoko; Ferreiro (Sugi, min.78), De Lucas, Assulin (Portillo, min.46); y Azkorra.

Goles: 1-0, min.3: Toché. 2-0, min.19: Juan Carlos. 2-1, min.51: Portillo. 2-2, min.69: Sissoko. 3-2, min.85: Toché.

Árbitro: Figueroa Vázquez, del colegio andaluz. Expulsó con roja directa al deportivista Luisinho (min.63) por algún comentario al asistente. Mostró amarilla a Manuel Pablo (min.60) y Rabello (min.70), por parte del Deportivo.