Los pronósticos de fútbol ofrecen una sola cara, en singular, porque aunque suele decirse que puede darse cualquier resultado, lo cierto es que normalmente los equipos saltan al campo con etiquetas diferentes y el aficionado no necesita leerlas para conocer el favorito. Hablando de pronósticos, decir que los americanos, en los pronósticos del hipódromo, suelen buscar más fuerza al anuncio uniendo el de la firma comercial al nombre del caballo que pronostican será el ganador de la carrera. Creo que el ejemplo es claro, rotundo, con la eficacia que se busca en el curioso anuncio, aunque la fija falla con frecuencia sufriendo grandes variaciones entre lo que prometía y lo que sucede en la llegada.
Los pronósticos, en teoría, se dice que tienen una sola cara aunque más justo sería decir que son tres, porque tres son los diferentes resultados (los tanteos son otra cuestión). ¿Y cuál es el pronóstico que ofrece más garantías para hoy en Riazor? La respuesta técnica puede decirse que está en la clasificación, donde se deduce que el Deportivo ganará al Hércules porque, además de su mejor posición en la tabla, juega en campo propio. Pero esta opinión no es compartida por los jugadores del Hércules, sabedores todos ellos de que hoy se sentirán muy exigidos por un Deportivo que viene escuchando, quizá demasiado pronto, que tiene en su poder todas las papeletas para el ascenso, facultad que para hacerla valer antepone la obligación de ganar, tal como dice el pronóstico previo, obligado a cumplirlo tras lo 90 minutos de juego.