Toché, que tiene el carné nacional de técnico, combina gol y sentido táctico del juego
05 mar 2014 . Actualizado a las 11:29 h.José Verdú Nicolás, Toché, se revela como mucho más que el deportivista de moda. Su acierto le ha llevado a marcar cuatro goles en cinco jornadas con la camiseta blanquiazul. La guinda a su actuación del domingo llegó con el tercer tanto del Dépor, el segundo de su cuenta y que sirvió para ganar el partido. Cansado por el esfuerzo, y aún lejos de su mejor estado de forma, le quedaron fuerzas para anticiparse a su marcador en el decisivo centro de Seoane. Aquí se reveló crucial su sentido táctico, un aprendizaje que le permite gozar de ventaja para los desmarques y también para taponar las líneas de pase con las que el Hércules inicia el juego, y que tiene un secreto. Además de futbolista, Toché es entrenador, ya que dispone del título nacional, que se sacó en la escuela de la Federación Murciana cuando militaba en el Cartagena. Así lo ve Fernando Vázquez, su hermano Rubén, con el que hizo el curso y junto al que cuando se retire aspira a entrenar, y uno de sus profesores, Antonio José García Molina.
Fernando Vázquez
«Tácticamente es muy inteligente, pero sobre todo es un gran finalizador»
El entrenador del Dépor destaca de Toché su capacidad de remate -«remata fácil y sabe dónde la pelota puede caer, está siempre en el sitio adecuado para rematar bien, porque se desmarca muy bien», señala- y su capacidad defensiva: «Lo ves en el partido que siempre va apoyando, va tapando los pases hacia atrás y evita que los centrales se puedan incorporar, pero no desde el desgaste físico, no se mueve en exceso, sino desde el sentido táctico y la experiencia que tiene».
En su opinión, el goleador deportivista es «tácticamente inteligente, lee muy bien el juego, pero sobre todo es un gran finalizador»
Rubén Verdú
«Era el más aplicado de la clase. Los profesores explicaban y él los ?traducía?»
Toché cursó el título de entrenador al lado de su hermano Rubén, quien dirige el equipo de su pueblo, el Santomera. «Era muy aplicado. Cuando los profesores explicaban algún concepto lo leían por el libro y luego le pedían a él que lo explicase con palabras del futbolista. Mi hermano los traducía, por así decirlo. Y los días de práctica en el campo, lo mismo. Se ponía el y era el ejemplo que todos los profesores buscaban. Tenía mucha facilidad para entender todo, sobre todo los sistemas tácticos», apunta. Verdú destaca la memoria fotográfica de su hermano. «Es de los que absorben rápido los conceptos. Se acuerda de todo, hasta de cómo íbamos vestidos ese día», dice. Al tiempo que reconoce que el sueño de ambos es entrenar juntos: «Ya hablamos que yo voy a ser su segundo. ¿El sistema? No nos gustan los robots. Hay que dejar que el jugador salga al campo a divertirse».
Antonio García Molina
«Le gustaban mucho las clases: era el primero que llegaba y el último que se iba»
Toché se formó como técnico en la escuela de entrenadores de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, donde le dio clases Antonio José García Molina, quien, además, es el jefe de estudios del centro. «Estaba siempre con el balón en la mano y si había algún ejercicio por equipos, él y su hermano se ponían siempre en equipos distintos. Tenían esa pequeña broma de a ver quién le ganaba a quién. Eso sí, le gustaban mucho las clases: Toché era siempre el primero que llegaba a las prácticas y era el último que se iba. Le encanta el fútbol y eso se notaba desde el primer día», afirmó.