La presión del rival y otro error a balón parado demoran el ascenso del Dépor
19 may 2014 . Actualizado a las 17:10 h.La calculadora de Vázquez funcionó y Las Palmas hizo bueno el empate. Un punto que varios factores pusieron en entredicho.
Inicio del juego
Ventaja para el rival en los saques largos de Lux
La obligación del ascenso marca los detalles. Los nervios se traducen en el miedo al error en zonas clave. Solo así se explica la insistencia de los futbolistas del Dépor en apoyarse en Lux para sacar el balón. En ocasiones, incluso cuando la bola ya estaba en campo rival. El meta no anduvo ayer fino con los desplazamientos en largo (tampoco lo estuvo en Mendizorroza) e Ifrán se vio obligado a correr en horizontal para intentar bajar los pelotazos, con mucha ventaja para la zaga visitante. El uruguayo (colosal en la presión) ganó solo dos de esos envíos y nunca encontró hacia quién descargarlos. La segunda línea llegó siempre tarde al apoyo. «Hubo momentos del partido que el que más pases recibía era Lux. Nos presionaron bien arriba», reconoció después Fernando Vázquez. Para el míster, la consigna era clara: «Si el oponente me deja iniciar, inicio. Si no, en largo».
Las bandas
Sin opciones de centro por la derecha
Preguntado por el rendimiento del 3, su entrenador fue contundente: «Sissoko es todavía más que esto». Solo resta pues comprar palomitas para las primeras partes de Riazor. Hacía años (muchos) que no trotaba en el estadio coruñés un futbolista tan desequilibrante. Para disfrutarlo también en los segundos tiempos habrá que regalarle otro pulmón. Las fintas del marfileño desataron ayer los olés de la grada y desquiciaron a sus distintos marcadores. Además, filtró varios pases en ventaja para sus compañeros. Ifrán aprovechó uno. Laure no les sacó tanto rendimiento. Con un extremo zurdo que buscaba el centro y arrastraba oponentes, el lateral ganó en varias ocasiones la línea de fondo, pero ahí murieron los ataques blanquiazules. La tenacidad y brega del madrileño son tan rentables atrás como insuficientes en ataque.
En la izquierda, Seoane tiene mucha más proyección ofensiva pero sigue obligado a apoyarse en su pierna mala para todo. Al menos, el ourensano empieza a animarse a chutar a puerta tras salir del regate, aunque ayer solo lo hiciese en una ocasión.
El centro del campo
Faltas tácticas y marcajes individuales del Eibar
Consciente quizá del resultado que le había dado a la Ponferradina, Garitano ordenó a los suyos un marcaje individual sobre los integrantes de la línea de creación blanquiazul. El que más lo sufrió fue Rabello, emparejado con Diego Rivas, que no soltó al chileno ni cuando su equipo tenía la bola. La tolerancia arbitral facilitó la tarea a los armeros, diestros en el arte de la falta táctica. Siete veces pegó Rivas antes de ver la amarilla, ya en la segunda mitad. Ante el atosigamiento, Rabello y Juan Domínguez (bastante finos ayer) tuvieron que descargar responsabilidades en Bergantiños, mucho más limitado en la creación.
La estrategia
Otro error a balón parado que cuesta puntos
«El Córdoba también nos lo hizo». Laure puso el dedo en una llaga que no ha dejado de escocer en toda la campaña. El cambio a defensa mixta parecía haber frenado la sangría en la estrategia, pero ayer volvieron a escaparse puntos a balón parado por culpa de un despiste. Pese a conocer su debilidad, el Dépor concedió saques de esquina y faltas en zonas de riesgo. Además, permitió a los de Garitano lanzar en corto los córneres sin que nadie llegase a la presión. La acción que deparó el empate, con Jota colándose entre Sissoko y Luisinho en la barrera, se sumará al muestrario de regalos de esta temporada.