Ibrahim Sissoko: «Tengo problemas hasta para caminar, pero quiero jugar el sábado como sea»

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

gonzalo barral

Desvela que los médicos le han dicho que tiene «alguna posibilidad» de estar ante el Jaén

29 may 2014 . Actualizado a las 22:23 h.

Ibrahim Sissoko (Abidjan, 1991) se había convertido en el jugador más desequilibrante del Dépor, pero la patada recibida en Soria le hace ser duda para el decisivo encuentro con el Jaén. Su cara al salir del gimnasio en Abegondo deja claro que no está contento con el ritmo de la recuperación.

-¿Va a poder jugar el sábado?

-Está un poco difícil.

-¿Pero hay alguna posibilidad?

-Ahora no estoy bien, pero vamos a ver. Me duele mucho al apoyar. Es un poco complicado porque tengo muchos problemas hasta para caminar, pero quiero jugar como sea. Los médicos me han dicho que alguna posibilidad tengo.

-Después de ponerse a punto se perdería el partido del año.

-Es muy difícil. Yo quiero jugar. Cualquier jugador querría jugar este sábado. Con toda la gente en la grada, un partido decisivo en casa que tenemos que ganar... Quiero ayudar al equipo y parar ahora me viene muy mal. Es muy complicado tener que interrumpir mis entrenamientos ahora que me estaba encontrando bien por fin. Además, es el momento más importante de la temporada. Muy importante para toda la afición.

-¿Cómo se produjo la lesión?

-En el último partido me golpearon y mi pierna se fue para atrás. Cuando sentí el golpe pensé que era solo eso. Me costaba moverme con normalidad, pero bueno. Eso pasó en el minuto 15 y aguanté hasta el 60. Yo juego y ya está, no me gusta dejar el campo.

-Le están sacudiendo mucho.

-Uff, muchísimo. Los otros equipos no me están dejando jugar. Intentan pararme de todas las maneras. Bloquearme. Y yo no puedo dejar que eso suceda. Así no puedo ayudar.

-Se le ha visto quejarse varias veces de eso a los árbitros.

-Hablo siempre con ellos y les digo que se fijen en que me están dando patadas, pero me contestan que no es cierto y luego me acaban sacando tarjeta por hablar. Ya van tres veces en las que me pasa lo mismo. No sé si el problema es el idioma o qué pasa. Yo voy a hablar tranquilamente con el árbitro y ellos no entienden que es posible dialogar. Acaban sacándome la tarjeta.

-¿Qué cree que pasará el sábado?

-Mi manera de pensar es así: por fin vamos a poder festejar con los aficionados. El equipo se va a liberar de la presión. Va a ser una fiesta muy grande, con toda la gente feliz. Y bueno, si no puedo estar esto también es fútbol. Uno piensa en una cosa y después no le sale.

-Siempre le quedaría apoyar desde la grada.

-Por supuesto. ¡Esto es un equipo y juegues o no juegues hay que animar! Eso es lo que significa estar en un equipo: cuando no juegas tu trabajo tiene que ser aún mayor que cuando juegas. Estás fuera y puedes ver cosas que ayuden a mejorar a tus compañeros, por ejemplo.

-En el vestuario le han cogido cariño por sus locuras.

-¿El vestuario? El vestuario es mi familia. Ahí dentro todo el mundo me conoce y sabe que soy feliz. Y que por eso estoy siempre contento. Así tiene que ser. Yo no puedo estar muerto. No sé. Incluso si estoy dolido o confundido por algo tengo que transmitir alegría. Ellos siempre han creído en mí. Son sinceros, se atreven a decirte las cosas a la cara. De eso se trata ser una familia.

-La afición también cree. El otro día le dedicó olés contra el Eibar.

-Siento que mi juego gusta a la gente. Que me animan. Eso me hace muy feliz, de verdad. Ver que la afición me da cariño. La verdad es que siempre he sentido que los seguidores me apoyan. En cualquier sitio en que he jugado.

-Su estilo es muy vistoso.

-Cuando juego busco el placer porque el fútbol es mi pasión. Es todo para mí. Si estoy en el campo cualquier cosa me hace feliz. Me divierte jugar.

-Parece que el equipo ha perdido esa alegría.

-En este momento hemos perdido muchas cosas: confianza, estilo, equilibrio. No sabría decir por qué, pero a veces jugamos con miedo. Es todo muy complicado. Pero sí puedo decir que este fin de semana lo vamos a dar todo para cumplir con la afición.

-¿Tiene algo pensado para festejar el ascenso?

-Tenía muchas ideas en la cabeza. Para el partido. Ahora, claro, se complica un poco hacerlas y quizá me falta un poco el ánimo. Pero algo voy a hacer, porque los seguidores van a festejar y yo quiero festejar con ellos.

-¿Algo nuevo sobre su futuro?

-No hay mucho más que decir. Ya he hablado con ellos (el Wolfsburgo). Les he dicho que me quiero quedar. El entrenador también quiere que siga, pero vamos a ganar el próximo partido y luego hablaremos de lo demás.

-Le dolió quedarse sin Mundial

-Trabajé mucho para ir a la selección, pero perdí tiempo antes de llegar aquí. Cuando comencé a jugar quizá era ya tarde. Pero bueno, eso no es un gran problema. Me toca apoyar desde lejos.

-¿Cómo cree que quedará su selección en Brasil?

-Pasaremos la primera fase.

-¿Y después?

-¿Después? ¡Ese es el problema aquí! Primero, lo primero. Pasemos la primera fase y ya se verá.