Declaran culpable el concurso del «Dépor Sport» e inhabilitan al cuñado de Lendoiro
TORRE DE MARATHÓN
El Deportivo deberá hacerse cargo de la mitad de la deuda tras la liquidación de Ediciones Deportivas Gallegas
18 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Al Deportivo actual le tocará hacerse cargo de la mitad del déficit concursal que resulte de la liquidación de Ediciones Deportivas Gallegas, la empresa fundada por Lendoiro en 1999 para editar el diario Dépor Sport. Así lo impone la sentencia dictada por el juez Pablo González-Carreró, titular del juzgado de lo Mercantil número uno de A Coruña, que declara culpable el concurso de acreedores de la citada filial del Deportivo. Además, el juez señala como «personas afectadas por la calificación del concurso» tanto al Deportivo como a Felipe Marcos Hidalgo, a los que condena a dos años de inhabilitación para gestionar bienes ajenos. Felipe Marcos, cuñado de Lendoiro, fue el administrador único de la sociedad desde el 2006 al 2010, fecha en la que presentó su dimisión, aunque no la inscribió en el Registro hasta el 2013.
Algunas estimaciones cifran en unos 900.000 euros la deuda resultante tras la liquidación, por lo que el Deportivo deberá hacer frente al pago de 450.000 euros que tendrán el tratamiento de deuda concursal: una quita del 33 % y el pago en 17 años. El Deportivo ha anunciado que recurrirá la sentencia.
Al referirse a la responsabilidad concursal de Felipe Marcos, la sentencia argumenta que la conducta que determina su calificación de culpable -«aunque grave»- es prolongación de «una irregularidad contable que procede de la época en la que el Deportivo era administrador único de la compañía» y expone como hecho probado la existencia de «irregularidades relevantes en la contabilidad de la concursada». La depuración de las cuentas del 2011 y 2012, «formuladas por los administradores (el R. C. Deportivo de la Coruña SAD y don Luis Felipe Marcos Hidalgo, respectivamente)», descubre «una situación patrimonial radicalmente diferente de la que las cuentas anuales proporcionan».
Irregularidad contable
La sentencia fundamenta la culpabilidad del cuñado de Lendoiro en que -«sin duda»- debía de ser consciente de la irregularidad contable descrita, por su condición de «antiguo empleado de banca, por su relación anterior como representante de la administradora única y por su condición de miembro del consejo de administración de la sociedad dominante», ya que también era secretario del consejo de administración del Deportivo.
González-Carreró expone que «la sociedad matriz (el Deportivo) ha sido durante años la principal fuente de financiación» de Ediciones Deportivas Gallegas y califica de «peculiar» el funcionamiento del grupo: «Bajo el principio de caja única y relaciones entrelazadas en las que, en función de las necesidades, cada sociedad actuaba como prestamista o prestataria». E insiste en «una actuación gravemente culposa de sus administradores (...) y servirse de ella como instrumental de otras sociedades del grupo sin asegurar el retorno o contraprestación de los servicios prestados y sin contar con suficiente respaldo patrimonial».